DOMUND 2018: Los misioneros cambian el mundo

El DOMUND nos recuerda que más de 12.000 misioneros españoles trabajan en todo el mundo con la misión de evangelizar y trabajar con aquellos que más sufren. Entre ellos, muchos son misioneros salesianos que apoyan esta labor de la Iglesia y que se dedican a la protección y la educación de los niños, niñas y jóvenes con menos oportunidades.

“Con ocho años vino un misionero por mi pueblo y nos contó lo mal que lo pasaban muchas personas en otros lugares del mundo. Ya desde entonces supe lo que quería hacer”, explica Patricio Larrosa, misionero en Honduras desde hace más de 25 años. “Mi proyecto: hacer del mundo una familia donde unos se preocupan de los otros”, añade.

Misioneros no sólo consagrados, también laicos que deciden dar su vida a los demás. “En los últimos años los misioneros laicos han aumentado y, desde luego, no son el banquillo de reserva de la Iglesia”, explica Calderón. Ese es el caso de Carmen Aranda, misionera comboniana, que ha estado trabajando en Uganda los últimos tres años cuidando a niños y niñas huérfanos de la guerra.

“Lo que más miedo me da no es la pobreza material, es la pobreza de oportunidades… y es que el mundo hoy no funciona. Por eso, me embarqué en esta aventura de servir a los demás”.

La Iglesia sostiene más de 26.800 instituciones sociales (hospitales, residencias de mayores, centros de atención a personas discapacitadas, orfanatos…) y más de la mitad de las escuelas de la Iglesia están en territorio misionero. Detrás de estas cifras están millones de personas que ven cómo su vida cambia; y sin los misioneros no sería posible.