‘Tejiendo lazos’ de esperanza y de oportunidades junto a los más necesitados en Santiago del Estero (Argentina)

El Merendero de La Juncal se sitúa una barriada con muchas necesidades en la ciudad de Santiago del Estero, en el norte de Argentina. El proyecto Tejiendo lazos es una iniciativa en la que están involucrados alrededor de 100 jóvenes en riesgo socioeconómico de entre 13 y 30 años y que beneficia a cerca de 150 familias que viven en condiciones de vulnerabilidad.

La mayoría de los participantes en esta propuesta salesiana tiene alguna adicción, o no ha finalizado sus estudios, o está en situación de desempleo. Muchos provienen de ambientes pobres, donde las familias sobreviven con trabajos informales; incluso los niños que todavía están estudiando a menudo tienen problemas de malnutrición y para mantenerse al día con la educación formal. Otros participantes son jóvenes del medio rural que han encontrado un segundo hogar en la residencia gestionada por el Oratorio Don Bosco.

El 30% de los menores y jóvenes que acude al Merendero de La Juncal no asiste a la escuela por la necesidad de buscar empleo para ayudar a sus familias; el 23% son adolescentes que están acogidos en la residencia dependiente del Oratorio Don Bosco, en la que encuentran un hogar para comenzar sus estudios secundarios.

El Merendero salesiano de La Juncal se ha convertido en un espacio de encuentro

En medio de una realidad muy problemática que no ofrece alternativas atractivas, el Merendero de La Juncal se ha transformado en una especie de salvavidas. La actividad ayuda a conocer las demás iniciativas educativas, formativas y espirituales puestas en marcha por el oratorio salesiano.

Muchos jóvenes como Nely, Daniel y Francisco acaban dando un giro radical a sus vidas gracias a Don Bosco. Nely es una madre soltera muy joven que había dejado la escuela y que ahora tiene un nuevo proyecto de vida. Daniel, por su parte, se encontraba inmerso en las adicciones y hoy atiende a los chicos del barrio. También está Francisco, que sueña con crecer a través de los estudios y el trabajo.

En Santiago del Estero, donde los misioneros salesianos han puesto en marcha un lugar de estudio y educación como parte del programa Tejiendo lazos, son muchos los jóvenes necesitados que están redescubriendo la oportunidad de un presente digno y un futuro lleno de oportunidades.

Nely, Daniel y Francisco tienen en común la participación en las actividades del Merendero salesiano de La Juncal. Es un espacio gestionado por los propios jóvenes, en el que salesianos y jóvenes ofrecen una merienda para compartir con personas necesitadas de la zona. Además de la comida, también se da la oportunidad de estar juntos, de aprender pequeñas grandes lecciones diarias, de ponerse al servicio de los demás.

“Nunca me aburriré de venir aquí porque es un entorno hermoso, único, en el que encuentro esa paz que no podría encontrar en ningún otro lugar”, concluye Daniel.