Mejorar la seguridad alimentaria de los menores y jóvenes más desfavorecidos en Lubumbashi (RD Congo)

Gracias a solidaridad de muchas organizaciones salesianas, más de 360 niños, adolescentes y jóvenes atendidos en el centro salesiano Don Bosco Kansebula de Lubumbashi han recibido ayuda alimentaria para poder mejorar su nutrición. Además, algunas madres solteras de los pueblos cercanos también se han beneficiado de la ayuda. Para todos ellos había un solo objetivo: brindarles una alimentación adecuada, ya que son personas en situación de vulnerabilidad.

El centro Don Bosco Kansebula, en la ciudad de Lubumbashi, atiende también a los jóvenes salesianos en formación de África Central con cursos y estudios de Filosofía. Tiene una finca de 44 hectáreas que sirve para abastecer de alimentos tanto a la casa de formación salesiana como a los pueblos cercanos, que pueden usar la finca para conseguir alimentos para ellos y para la comunidad.

El centro Don Bosco Kansebula ha podido mejorar el rendimiento de la finca con una granja. De esta forma, puede dar apoyo nutricional no sólo a los menores que asisten a las escuelas salesianas, sino también a los que viven en el pueblo y a numerosas madres solteras de las comunidades cercanas.

La mayoría de los jóvenes de las aldeas cercanas no puede permitirse el lujo de tener más de una comida al día. Además, la calidad de la misma no es buena. Con la pandemia, muchas personas incrementaron su nivel de pobreza y no poseen los medios para mantenerse. Por lo tanto, el objetivo de este proyecto salesiano, liderado por la Procura de Misiones Salesianas en Estados Unidos, es ayudar a aumentar el rendimiento de la granja para satisfacer las necesidades nutricionales de quienes participan en los programas salesianos o viven cerca.

Una finca y una granja en Don Bosco Kansebula para mejorar la alimentación de la población

Uno de los beneficiarios de esta iniciativa solidaria es Fabrice Kyundundu Mbilizi, un estudiante de secundaria de 25 años. “Estudié agricultura en el este de la República Democrática del Congo, en Uvira. Ahora estoy en Kansebula como salesiano de Don Bosco en fase de posnoviciado. En Kansebula tenemos una huerta, producimos verduras y tenemos algunos animales en la granja. Las aldeas cercanas también se benefician de lo que se produce en la huerta y en la finca. Estoy muy contento por lo que nuestros benefactores están haciendo por nosotros para combatir el hambre y los animo a seguir en esta dirección”.

Los misioneros salesianos trabajan en la República Democrática del Congo desde hace más de un siglo, asegurándose de que los niños más necesitados estén siempre en el centro de todo su trabajo. Las escuelas primarias y secundarias y los programas salesianos sientan las bases para el aprendizaje, mientras que los programas técnicos, profesionales y agrícolas salesianos ofrecen a muchos jóvenes la oportunidad de un futuro estable y productivo.

A pesar de su gran riqueza material, la República Democrática del Congo es una nación muy pobre. La mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, con menos de 1 euro al día, principalmente en las comunidades rurales. Debido a los enfrentamientos armados y a la violencia que continúa en muchas zonas del país; más de 8,5 millones de personas necesitan asistencia humanitaria urgente. Además, 4,1 millones de congoleños son desplazados internos, 620.000 han buscado refugio en países vecinos, y más de 7,5 millones de personas no tienen suficiente comida.