Música y deporte para los menores más pobres de la capital de República Democrática del Congo

Una de estas obras que ejerce un imán sobre los menores más necesitados es el centro juvenil Miguel Rúa en Masina, un municipio en la capital de Kinshasa. Esta obra salesiana se ha convertido en un lugar de encuentro y de formación humana dentro de un barrio popular y densamente poblado que está experimentando un momento de grandes dificultades socioeconómicas.

A este centro salesiano de Masina asisten actualmente 800 menores de edad, entre niños y niñas, de 7 a 15 años. Sin embargo, la presencia de tantos menores y jóvenes en la zona ha supuesto las quejas de los vecinos por el ruido y los constantes juegos.

Ésta es la razón por la que los superiores salesianos de la zona han hecho un llamamiento a la solidaridad y al apoyo de estas obras para poder atender a los menores con mayores espacios y posibilidades. De esta forma, los Salesianos en Masina tienen la intención de ofrecer a todos los jóvenes la oportunidad de aprender música y crecer a través del deporte, contando con los instrumentos necesarios, así como uniformes de juego, silbatos, balones de fútbol, ​​baloncesto y balonmano…

Es un proyecto simple, pero muy arraigado en el Sistema Preventivo de Don Bosco, y la vez de gran importancia: dar relevancia al ocio y al tiempo libre en la educación porque el presente y el futuro de las naciones pertenece a los jóvenes.