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Ver todas las noticiasLa entrega de jóvenes voluntarios salesianos para ayudar a los más vulnerables en Sudáfrica durante la pandemia
Sudáfrica es el país más golpeado por la pandemia en el continente africano. Casi 700.000 casos positivos y más de 16.000 fallecidos lo sitúan en los primeros puestos de las estadísticas de la enfermedad. Desde el primer momento, como en tantos países en los que trabajan los misioneros salesianos, la ayuda a la población más vulnerable no se hizo esperar, pero en este caso destaca el trabajo que los jóvenes de la Pastoral Juvenil Salesiana han realizado en las calles de varios barrios en las inmediaciones de la capital.
Nhlanhla Lucky Mdlalose es un joven voluntario salesiano que en la actualidad forma parte del centro juvenil salesiano de Walkerville, cerca de Johannesburgo. Él, junto a un grupo de otros jóvenes, decidió asistir a los más vulnerables en los barrios de Dobsonville, Snake Park y Soweto en los meses posteriores al confinamiento. En mayo, cuando el Gobierno permitió salir de casa, Nhlanhla y sus amigos ayudaron a combatir las bajas temperaturas y a la vez prevenir los contagios entre los más necesitados.
Durante el invierno austral muchos niños en estos barrios no tenían mantas ni ropa adecuada para soportar las bajas temperaturas nocturnas. Para las familias, la mayoría en situación de mucha necesidad, es incluso difícil comprar alimentos.
Las personas mayores también sufren las duras condiciones del invierno porque muchas viven solas y en lugares pequeños, sucios y sin protección. La imposibilidad de tener una higiene adecuada los convertía, además, en personas más vulnerables ante el coronavirus.
Por su comedor improvisado para los pobres en plena calle han pasado más de 3.000 personas
Viendo todo este sufrimiento y esta necesidad, Nhlanhla y otros jóvenes de Dobsonville, Snake Park y Soweto se propusieron cambiar esta situación. Su compromiso consiste en poder ofrecerles a estas familias necesitadas esperanza y, a la vez, entregarles mantas, ropa de abrigo y comida caliente.
Desde el 24 de mayo pasado estos jóvenes comenzaron a preparar cada domingo comida caliente consistente en sopa de verdura, pap (una masa a base de maíz) y pan. La población de estos barrios estaba al límite de sus fuerzas y la desesperación por la falta de ingresos, de comida y por el frío.
Todo el proceso comienza a las diez de la mañana, cuando alrededor de 15 jóvenes se reúnen para comenzar a cocinar. Ellos se encargan de conseguir los recursos económicos durante toda la semana para obtener todos los ingredientes de la sopa. Sin embargo, su iniciativa ha tenido tanto éxito que también hay personas generosas en la zona que les ha dado donativos económicos y en especie.
Los jóvenes voluntarios salesianos son conscientes de que dar de comer a los hambrientos responde sólo en una parte a las verdaderas necesidades de las familias. Sin embargo, confían en que su gesto pueda producir muchos más para que reciban la atención que necesitan.