Los Salesianos en Venezuela continúan al lado de los que menos tienen y más sufren por sobrevivir cada día

En la Parroquia María Auxiliadora de Sarria, en Caracas, por ejemplo, la actividad de los Salesianos que ayudan a la población se conoce como El Sancocho Solidario. Es una comida que se prepara los viernes cada quince días. El equipo de la Pastoral Social comienza a trabajar limpiando y preparando los ingredientes, los cuales se compran, no sin muchas dificultades, con recursos de la parroquia, de los feligreses y de los vecinos, y por ello la comunidad parroquial es la protagonista de este Sancocho Solidario, donde todos colaboran con lo poco que tienen, pero sobre todo su tiempo.

“Hay mucha gente pasando hambre y no podemos ser indiferentes a esa realidad que nos golpea día a día”, asegura uno de los colaboradores voluntarios en el centro parroquial salesiano de Caracas.

Hace ya un año que el padre Orlando Gramcko, párroco de María Auxiliadora en Sarria, comunicaba a los feligreses que “podían traer una papa…” y la gente colaboró. Aquella primera vez se atendió a 50 personas y actualmente se atiende a 150 personas adultas y aproximadamente 20 niños menores de 10 años.

La posición actual de la Iglesia venezolana después del autogolpe de Estado del presidente Maduro ha sido muy clara y coherente con una visión democrática del país. La Conferencia Episcopal Venezolana denunció que para el gobierno “todo gira en torno a lo político, entendido como conquista del poder, olvidando las necesidades reales de la gente”.

Los Salesianos, en sucesivos comunicados del inspector, el padre Francisco Antonio Méndez, se han sumado siempre a las iniciativas para apoyar a los más necesitados y contra el autoritarismo del Gobierno.