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Ver todas las noticiasEl proyecto ‘Bosco Eco Enzima’, un revolucionario método salesiano en Indonesia para cuidar el medio ambiente
Después de dos años de pandemia la concienciación mundial sobre el medio ambiente ha dado un salto cualitativo. La reducción de desechos y el reciclaje son dos pasos imprescindibles, pero incluso los desechos orgánicos pueden ser beneficiosos cuando toman la forma de una eco enzima. El compromiso salesiano con el medio ambiente es una prioridad, y la parroquia San Juan Bosco de Yakarta lleva dos años contribuyendo al cuidado de la Casa Común con un proyecto revolucionario que mejora nuestro entorno.
Una eco enzima es una solución producida por la fermentación de los residuos frescos de la cocina (cáscaras de frutas y verduras), azúcar y agua. Es de color marrón oscuro con un fuerte olor y con múltiples aplicaciones en el hogar, en la agricultura, en la cría de animales y en muchas otras áreas.
Tras un proceso de fermentación que dura alrededor de meses, se convierte y se puede utilizar como limpiador doméstico natural, como tratamiento para diversas heridas, o incluso para mejorar la calidad del aire y del agua.
Con el impulso que el Papa Francisco, el Rector Mayor, y obras salesianas de todo el mundo están imprimiendo a la conservación de la naturaleza, desde hace dos años la parroquia San Juan Bosco de Yakarta tiene en marcha la comunidad Bosco Eco Enzima (BEE). Sus miembros son sacerdotes y feligreses, religiosos, amas de casa, estudiantes y algunos funcionarios gubernamentales comprometidos con el medio ambiente. El proyecto BEE es una forma de acción concreta para responder a la necesidad de una conciencia ecológica, de manera especial en el cuidado de nuestra Casa Común.
La eco enzima se ha utilizado con éxito para purificar el aire y el agua en diversas zonas
Durante los últimos dos años, los miembros de la comunidad BEE han estado fermentando los desechos orgánicos de sus hogares. Como resultado, han entregado la eco enzima para purificar el agua y el aire en algunos lugares golpeados por desastres naturales, como la zona del terremoto de Samarinda (2021) y en la ciudad de Kudus, la zona más afectada por el Covid-19 al inicio de la pandemia.
En este tiempo, además, han realizado varios seminarios web y conferencias en las que han compartido información sobre la producción y los beneficios de eco enzima. La comunidad Bosco Eco Enzima se ha convertido en un medio para compartir los beneficios de la eco enzima, pero también un entorno de diálogo interreligioso en el que católicos y no católicos pueden trabajar juntos y sentirse unidos en el cuidado de la Casa Común.
Los misioneros salesianos destacan que BBE se ha convertido en “una gran iniciativa. Esperamos que, volcando nuestro corazón y nuestro compromiso en este proyecto común de conversión ecológica, esta acción traiga bendiciones a la Tierra y a nosotros”, señala el padre André Delimarta, indonesio parte salesiana del proyecto, que lo define en “transformar los desechos orgánicos en una bendición”.
Una de las últimas iniciativas del proyecto BBE ha consistido en mejorar la calidad del agua de un lago de 11 hectáreas ubicado en la zona parroquial, vertiendo en él eco enzimas. Cada semana la parroquia colabora con varias comunidades de eco enzima y el gobierno local, vertiendo 250 litros del producto para mejorar las condiciones de vida en el agua.