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Ver todas las noticiasArtémides Zatti, el salesiano coadjutor ‘enfermero de los pobres’, nuevo santo de la Familia Salesiana
El domingo la Iglesia tendrá dos nuevos santos. El Papa Francisco presidirá en la plaza de San Pedro la canonización de Giovanni Battista Scalabrini, obispo de Piacenza, fundador de la Congregación de los Misioneros de San Carlos y de la Congregación de las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo; y Artémides Zatti, coadjutor salesiano, que será el primer hijo de Don Bosco coadjutor no mártir en ser declarado santo, y el tercer santo argentino.
Toda una vida entregada a la atención de personas enfermas en contextos de vulnerabilidad le ha valido a Artémides Zatti la santidad. Su alegría, diligencia y entusiasmo se esparcen desde Boretto (Italia), su lugar de nacimiento, hasta Viedma (Argentina), la tierra donde entregó su vida, y de ahí al mundo entero.
El Papa Francisco, a finales del pasado mes de agosto, en el consistorio público de cardenales celebrado en Roma pronunció las palabras clave: “Decretamos que el beato Artémides Zatti sea inscrito entre los santos el 9 de octubre de 2022”. El enfermero de los pobres, o enfermero santo, como era conocido en vida, dedicó cuarenta años de su trabajo al servicio de los enfermos, especialmente los más pobres, en Viedma. En ellos veía al mismo Jesús y con dedicación, cariño y dulzura se desvivía por ellos. Fue en Argentina donde Zatti se hizo salesiano y también santo.
Hasta el momento, los santos de la Familia Salesiana han sido fundadores de congregaciones (como el padre Murialdo, Madre Mazzarello o el mismo Don Bosco), acompañantes espirituales (don José Cafasso), jóvenes oratorianos (Domingo Savio) y mártires (los salesianos Versiglia y Caravario); por tanto, Artémides Zatti será el primer santo coadjutor salesiano no mártir.
Artémides Zatti nació en Italia en 1880, pero emigró a Argentina con su familia en 1897. Allí estudió con los Salesianos y a los 20 años ingresó como seminarista en la Congregación. Enfermó de tuberculosis y fue enviado al hospital salesiano de Viedma. Allí le pidió a María Auxiliadora la curación con la promesa de entregar toda su vida al cuidado de los enfermos.
Con su bicicleta visitaba a los enfermos, siempre disponible, siempre atento, siempre buen samaritano
“Creí, prometí, curé”, decía Zatti, que en 1908 realizó su profesión religiosa como salesiano laico (coadjutor), no sacerdote. Precisamente en el hospital de Viedma fue donde desplegó su actividad incansable en favor de los enfermos.
Zatti comenzó a encargarse de la farmacia cercana al hospital, que era la única del pueblo, pero acabó dirigiendo, transformando y convirtiendo el hospital en el primero de la Patagonia. Se levantaba a las 4.30 horas y se acostaba pasadas las once la noche, pero siempre estaba disponible ante cualquier llamada de urgencia.
Fiel al espíritu de Don Bosco, Artémides desarrolló una actividad incansable durante toda su vida, con excepción de los cinco días que pasó en la cárcel… por haber recibido en el hospital a un preso que luego se fugó. Pero, sobre todo, fue un hombre de Dios. Uno de los médicos del hospital dijo: “Creo en Dios desde que conozco al señor Zatti”.
En 1950, Zatti se cayó de una escalera y tuvo que guardar reposo. Después de unos meses se manifestaron los síntomas de un cáncer que acabaría con su vida. Murió el 15 de marzo de 1951.
El Rector Mayor, en un mensaje escrito el pasado mes de mayo, trazó los rasgos principales de este salesiano laico. Comentó la relación del Papa Francisco con Zatti, cuando era provincial de los Jesuitas en Argentina. Conoció su vida, pidió su intercesión por las vocaciones y las recibió en abundancia.
Los principales eventos programados con motivo de la canonización podrán verse en directo en ANSChannel (YouTube).
Mañana, sábado, por la mañana se verá la misa presidida por el Rector Mayor, a partir de las diez de la mañana en al Aula Pablo VI, así como la audiencia especial concedida por el Papa Francisco a la Familia Salesiana.
En la mañana del domingo tendrá lugar la celebración eucarística con el rito de canonización, que estará disponible tanto en el idioma original como con traducción y comentarios en inglés, español, francés y portugués.