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Ver todas las noticiasÁlex, un gran soñador en la amplia familia de menores que forman la Granja Escuela Don Bosco en Ambato (Ecuador)
Álex Guache tiene 17 años y desde hace tres que vive en la Granja Escuela Don Bosco de Ambato, en Ecuador. El centro salesiano acoge a menores con medidas judiciales con el objetivo de la reunificación familiar o la adopción. En su mayoría son menores que han sufrido violencia en el hogar, vivían en situación de calle y no estaban escolarizados. Los menores descubren allí sus talentos, aprenden un oficio y sueñan con un futuro lleno de oportunidades. “Seré el primer bachiller de la familia”, asegura Álex.
“Trabajar y cuidar animales”, asegura Álex que es a lo que se ha dedicado toda su vida. “Soy el menor de cuatro hermanos. Mi mamá vivía fuera de la casa, a mi padre no lo conocí, aunque sé quién es, y mi abuela era la que estaba con nosotros, pero nos pegaba mucho”, recuerda el joven. “Somos pobres. Nuestra casa es de tierra, adobe y tejas”.
La situación en casa llevó a Álex a vivir en la calle: “Estuve tres semanas en la calle. Nunca robé, pero sí que pedí limosna. Cuando me encontró la policía me llevó a la Granja Don Bosco en Ambato”. Mi abuela murió y ahora sólo tengo a mi madre porque mis hermanos están todos fuera de la ciudad”.
En la Granja Escuela Don Bosco los menores recuperan parte de la infancia perdida: reciben cariño, atención médica, psicológica y logran una nivelación escolar para poder seguir estudiando. “Mi sueño es ser el primer bachiller de la familia. Iré a la Universidad y seré ingeniero agrónomo. Quiero ir a Estados Unidos, donde están algunas de mis tías, para ayudar a mi familia”.
La Granja Escuela Don Bosco ayuda a hacer realidad los sueños de menores en situación de vulnerabilidad
Álex tiene un pequeño terreno en la granja que cuida a diario. “Cultivo remolacha, cilantro… y también cuido a los animales que tenemos -cuyes-. Mi madre viene a ayudarme, y gracias a lo que cosecho y vendo también tengo mis ahorros”.
La vida de Álex ha cambiado gracias a los Salesianos, y aún puede cambiar mucho más con lo que está aprendiendo: “En la calle pasaba frío y aquí tengo cosas que ni en mi casa conocí: cama, comida, me dan ropa y zapatos…”. El joven está muy involucrado en todas las actividades que se organizan en la granja escuela: “Me gusta ayudar a los demás y participo en los talleres de costura, sublimación, ayudo a servir la cocina, soy monaguillo… quiero ser como Don Bosco para ayudar a las personas que menos tienen”.
En las épocas de vacaciones Álex sale de la granja escuela y regresa a su casa. “Allí está mi madre, a la que quiero mucho porque ahora mismo soy su único hijo en la ciudad. Gracias al apoyo que recibo y a mi trabajo pago mis estudios, y con los cursos acelerados espero pasar este año las pruebas para acceder al Bachillerato”, explica ilusionado el joven.
La Granja Escuela Don Bosco de Ambato es una gran familia en la que los menores que han atravesado situaciones traumáticas de violencia recuperan y ejercen sus derechos, aprenden a convivir y a respetar y descubren sus destrezas a través de talleres para seguir estudiando y aprender un oficio. El objetivo final es la reinserción familiar o la adopción, y para ello los Salesianos también trabajan con las familias para general el ambiente de cariño y protección adecuados.