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Ver todas las noticiasEl programa ‘Apadrina una escuela’ ayuda a 623 jóvenes de la obra de Don Bosco en Mbuji Mayi (RD Congo)
La obra Don Bosco Mbuji Mayi fue fundada hace más de 20 años para ofrecer formación y capacitación técnica a los menores y a los jóvenes a través de sus instituciones educativas: escuela maternal, primaria, secundaria, centro de alfabetización y de reinserción y el Centro Profesional Don Bosco. Las familias con muchos hijos, la pobreza y la obligatoriedad del Estado de hacer frente a las tasas educativas convierten en imposible la escolarización de todos los menores. Gracias al programa ‘Apadrina una escuela’ las becas anuales para los alumnos hacen posible que puedan estudiar.
Los beneficiarios de las becas de Misiones Salesianas son menores y jóvenes que proceden de los barrios más pobres de Mbuji Mayi. En sus familias, desestructuradas y que tienen una media de cinco hijos, la madre o los abuelos suelen ser los únicos responsables de los menores. Las ayudas permiten pagar las tasas escolares, los materiales didácticos y también a los profesores. Gracias a ellas, cada curso más de un centenar de alumnos consigue el título de bachiller y puede continuar sus estudios y ayudar a mejorar el nivel de vida de sus familias.
Ntumba Tshibuabua es uno de los jóvenes que llegó a la obra salesiana en 2014. “Nuestro padre tenía dos mujeres. Somos siete hermanos, seis chicos y una chica, de la segunda mujer. Cuando nuestra madre murió me quedé junto a mi hermano pequeño con mi madrastra, y el resto de hermanos se fueron con un tío paterno. Nos maltrataba, no nos daba de comer… Afortunadamente el director de la escuela se dio cuenta y nos llevó a Don Bosco. Allí pude continuar mis estudios de Secundaria y mi hermano ya está en el último curso de Primaria”, recuerda el joven.
‘Apadrina una escuela’ proporciona becas escolares a los estudiantes más necesitados
Deborah Nzeba es la tercera de seis hermanos y de tres padres diferentes. Vivía con su hermana pequeña y con su madre, que se volvió a casar con un hombre que no las quería. Su madre falleció en un parto y la familia paterna las acusó de ser brujas. “Nos pegaron y nos querían matar. Nos metieron en unas bolsas y nos tiraron al río, pero alguien nos oyó gritar y nos rescató. Nos llevaron a la parroquia Don Bosco y nos acogieron como nuestra familia. Volví a estudiar y quiero ser enfermera y cuidar niños”, asegura la joven.
El padre Mario Pérez dirige la obra salesiana en Mbuji Mayi: “A nosotros llegan chicos y chicas desnutridos y golpeados porque los acusan de ser brujos y los hacen culpables de todas las desgracias de su familia. Aquí les ofrecemos un ambiente seguro, un lugar en el que vivir, comida, atención sanitaria y educación”, explica el misionero salesiano.
Gracias al programa Apadrina una escuela, el número de estudiantes, y de manera especial el de chicas, aumenta cada año en el Centro Don Bosco. Las ayudas no sólo permiten mantener las actividades educativas y deportivas, sino que también permiten realizar charlas de sensibilización sobre temas de familia, igualdad y prevención de enfermedades.
Las autoridades provinciales de Mbuji Mayi, el Tribunal de Menores y otras organizaciones de la infancia contactan con frecuencia con la obra de Don Bosco para solicitar su ayuda en la atención a menores víctimas de maltrato y explotación. Gracias al programa Apadrina una escuela, desde Misiones Salesianas damos continuidad a la acogida de estos menores con la escolarización.
