Alimentación que alegra los corazones y pone en valor los derechos de los menores al sur de Quito (Ecuador)

En el sur de Quito, en Chillogallo, se encuentra el Centro de Referencia Mi Patio, donde de lunes a viernes, por la mañana y por la tarde, se ofrece alimentación a 120 niños, niñas, adolescentes y a sus familias, que viven en situación de vulnerabilidad y movilidad humana. Este espacio salesiano se convierte en su lugar seguro para el ocio, la educación y la alimentación, y en el que los beneficiarios toman conciencia de sus derechos.  

El espacio salesiano, al asegurar que menores y jóvenes tengan acceso a comidas nutritivas, promueve prácticas saludables y apuesta por la continuidad de sus estudios, construyendo un ambiente de confianza para su desarrollo.

Esta labor que lleva adelante el Proyecto Salesiano Ecuador-Zona Norte se realiza con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, gracias a un convenio que proporciona asistencia y seguridad alimentaria. Este acuerdo, que en febrero pasado cumplió un año, establece el control desde la compra de los alimentos, pasando por el traslado, la elaboración y la entrega a los beneficiarios.

Seguridad alimentaria para 120 menores y sus familias en un espacio seguro

También capacita al equipo en el comedor escolar, se fortalecen las capacidades de seguridad alimentaria, nutrición y buenas prácticas, permitiendo que cada alimento elaborado en los espacios del Centro de Referencia Mi Patio sea de calidad y, sobre todo, tenga los niveles óptimos de nutrición de acuerdo a la edad de los menores.

Estas acciones ayudan a que más personas conozcan la propuesta educativa de los Salesianos. Las madres observan la mejora de la salud y del bienestar de sus hijos, gracias también al apoyo psicológico que reciben. “En la escuela anterior mi hija sufría bullying, y tenía miedo de relacionarse con otros niños. Desde que está aquí ella ha recobrado su autoestima y ahora tiene amigos con los que es feliz. Agradezco de corazón el apoyo recibido”, asegura Paulina Tandazo, madre de una de las beneficiarias.

Menores y adolescentes también expresan su gratitud, no sólo por la comida que reciben, sino también por el ambiente de apoyo y cuidado que Mi Patio y el Proyecto Salesiano, de la mano de los educadores y voluntarios, les brinda. Maykel, de 12 años, cuenta lo feliz que es asistiendo al centro de referencia salesiano desde hace un año “porque me gusta la alimentación que me dan, tengo tiempo para jugar fútbol con mis amigos y recibo apoyo en las tareas escolares por parte de las educadoras”. De mayor, Maykel sueña con ser policía para proteger a su familia.

Otra de las destinatarias es Carolina, de 14 años. Ella asiste, junto a sus dos hermanos, Proyecto Salesiano desde 2021. “Aquí me divierto con mis amigos y hago mis tareas… Me gusta venir porque la comida es muy rica todos los días”, cuenta esta joven que tiene como sueño estudiar Medicina para ayudar a las personas que más lo necesitan.