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Ver todas las noticiasÁngel Fernández, Rector Mayor: «Que cada obra salesiana sea un Valdocco hoy, una escuela de vida y de santidad»
Por Alberto López Herrero
Don Ángel Fernández Artime, Rector Mayor de los Salesianos y X Sucesor de Don Bosco pasa siete meses al año fuera de Roma, visitando alguna de las 1.936 presencias que tienen los Salesianos en 134 países. Hay 14.500 salesianos en el mundo, pero la Familia Salesiana es mucho más alrededor de la obras salesiana y este año, a punto de cumplir un lustro al frente de la Congregación, superará los cien países visitados. “Es hermoso sentir cómo en nombre de Don Bosco voy al encuentro de todas las presencias salesianas y me esperan como lo esperarían a él para sentir que su carisma sigue vivo hoy en todo el mundo”.
¿Qué sigue distinguiendo a los Salesianos más de siglo y medio después de que Don Bosco fundara la Congregación?
No somos una ONG, somos un colectivo de hombres vocacionales, religiosos consagrados que nos hemos enamorado de Jesús viendo en Don Bosco a un gran tipo que llevaba en el corazón una pasión educativa por los jóvenes impresionante, hasta el punto de decirse cada día “mi vida para ellos”. Eso es lo que más nos toca y nos distingue a todos los salesianos. Nuestra vida, por opción personal, ya no nos pertenece, no la quiero para mí, la quiero para donarla donde me necesiten, hoy aquí, mañana como misionero. Nos distingue la pasión educativa y evangelizadora por los jóvenes.
¿Qué significa ser misionero salesiano hoy?
Lo mejor de ser misionero es que te sientes lleno de afecto, de rostros, de encuentros de vida. Todos los cansancios, el calor, las horas de coche, el frío, no te pesan. Tenemos el corazón lleno de Dios para darnos a los demás e incluso en los momentos donde el cansancio es fuerte. Pero los salesianos no somos héroes, somos personas fascinadas por Jesús, enamorados de Don Bosco, que nos dejamos la piel por los jóvenes y que queremos desgastarnos la vida dándonos a ellos. Los salesianos de hoy creemos en los jóvenes porque un joven nunca es un problema, siempre es una oportunidad y, como decía Don Bosco, hasta los más difíciles tienen un punto en el corazón para cambiar.
¿Cuál es el imán de Don Bosco para que sea un santo actual y atractivo para los jóvenes?
El imán y el atractivo de Don Bosco es que fue un hombre que amaba profundamente a los jóvenes, a sus muchachos. El Don Bosco que dice “me basta que seáis jóvenes para amaros” es fascinante. Un salesiano que se lo diga cada día jamás estará desanimado. Podrá estar cansado al final del día, pero no desanimado. Ésa es la actualidad de Don Bosco, siempre ha habido jóvenes, siempre habrá jóvenes y los jóvenes del mundo que he conocido sienten que Don Bosco es ese hombre que les ha soñado, y eso para mí es fascinante.
«Me basta que seáis jóvenes para amaros», decía Don Bosco. ¿Los jóvenes están más necesitados que nunca de un amor verdadero?
Yo aprendí hace mucho tiempo que el corazón de cada joven tiene una llave que se abre desde dentro, así que sólo cuando el joven se siente querido y con confianza puede abrir su corazón para decir yo soy así y necesito tu ayuda. Esto es lo que significa la ‘amorevolezza’, sentirse querido en libertad, te quieren, te valoran por ti mismo y sin interés, en libertad.
¿Por qué no pasa de moda el Sistema Preventivo y representa una educación exitosa?
El Sistema Preventivo de Don Bosco es mucho más que un sistema educativo. Si fuese un simple método pedagógico tendría su actualidad y un día pasaría, pero la manera de educar de Don Bosco, basada en la religión, la razón y el amor, es todo un modo de vivir experiencias que cambian a los jóvenes.
Se habla siempre de crisis de vocaciones religiosas en el mundo. ¿Cómo afecta esta situación a los Salesianos?
El Espíritu Santo sigue llamando a miles de jóvenes para la vida consagrada, para el sacerdocio, para ser Salesianos de Don Bosco, pero tienen que darse las condiciones para que esa semilla pueda madurar. Es necesario que los jóvenes se vean acompañados pero son un regalo de Dios los 435 novicios que tenemos este año, aunque si fuésemos salesianos más valientes, más generosos, más misioneros, más apasionados de los jóvenes y más enamorados de Dios las vocaciones serían el doble. Somos nosotros los que a veces no ayudamos a los planes de Dios.
El Papa y el Aguinaldo han puesto de moda volver a hablar de Santidad. ¿Es fácil ser santo?
El Papa hace una llamada valiente diciendo que la Santidad también para ti y yo en el Aguinaldo de este año digo que para ti y para ti y para ti y para mí también… La respuesta es sí. No hablamos de la santidad de los altares de la Iglesia, sino de una vida cristiana vivida de manera sencilla pero con altura, no escondidos, ni recluidos, sino apasionados por la vida, por la gente, por los amigos, por el trabajo y por servir. Que sientas que Dios todos los días te toca el corazón y entiendes la vida como una donación siendo un buen profesional.
¿Qué mensaje traslada este año a la Familia Salesiana por la fiesta de Don Bosco?
Don Bosco siempre procuraba dos cosas: preparar a los jóvenes para la vida y acercarlos al encuentro con Jesús. Si falta una de las dos cosas no es el mensaje de Don Bosco y no seremos salesianos. El desafío que lanzo en esta fiesta es que Don Bosco hizo de Valdocco una escuela de vida y de santidad. En la casa Pinardi Don Bosco vivió con siete personas que ahora son venerables, beatos o santos. Deseo, por tanto, que hagamos de cada casa salesiana en el mundo otro Valdocco hoy, porque Valdocco no es sólo el de Turín. Cada casa salesiana puede y debe ser Valdocco hoy, incluso creando toda una escuela de vida y de santidad al estilo de como lo hizo Don Bosco.