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Ver todas las noticiasSudán, entre el júbilo y la incertidumbre
Sudán vive los últimos días en una calma tensa. Desde que el día 11 de abril, el Ejército anunciara la destitución de Al Bashir, el país se mueve entre el júbilo y la tensión por el futuro incierto. Los misioneros salesianos que se encuentran en Jartum y El Obeid explican que la situación es complicada y que las negociaciones entre el Ejército y los líderes de la revolución no están siendo sencillas. “No obstante, tratamos de vivir con normalidad todo lo que está ocurriendo”, explican los misioneros.
El presidente de Sudán, Al Bashir, ha estado en el poder más de 30 años. En diciembre del año pasado comenzaron las protestas en las calles tras la subida del pan. Desde entonces, la población se ha mantenido y al menos han muerto 16 personas y cientos han sido encarcelados. Los miles de personas en las calles en las últimas semanas pedían al Ejército que tomara el poder y así lo hicieron el pasado jueves. Al Bashir fue sustituido y un Consejo Militar está a cargo del país y asegura que en menos de dos años el poder será traspasado a la sociedad civil.
Desde los primeros momentos, la población salió a las calles a demostrar su alegría por el cambio y por un futuro “que esperan ayude a mejorar sus vidas”, dicen los misioneros. Sin embargo, se produjeron altercados como en El Obeid donde la sede del partido de Al Bashir fue saqueada y quemada, al igual que otros edificios de instituciones gubernamentales.
La situación de Sudán sigue hoy incierta. Las manifestaciones siguen y miles de personas permanecen en las calles pidiendo cambios y el Ejército trata de controlar la situación para que no haya altercados graves.
Los misioneros salesianos llegaron a Sudán en 1986 a Karthoum. Desde entonces, trabajan para apoyar a los más vulnerables, sobre todo, niños, niñas y jóvenes en sus obras de Karthoum y El Obeid.