Cerrar aviso

VAMOS A SUPERARLO JUNTOS. Con tu ayuda conseguitmeos mascarillas FPP2

Dona ahora
17 noviembre, 2025

Graves daños en las casas salesianas de Filipinas por el paso de varios tifones consecutivos en los últimos días

Filipinas ha sufrido tres tifones de manera consecutiva en muy pocos días, que han afectado a las comunidades salesianas de ambas inspectorías. Uno de ellos afectó a la Inspectoría Filipinas Sur (FIS), el tifón ‘Kalmaegi’ y los otros dos que afectaron a la Inspectoría Filipinas Norte (FIN) el ‘Thirtytwo’ y ‘Fung-Wong’, este último considerado un supertifón. El paso de los tifones ha dejado más de 220 personas fallecidas, un centenar de desaparecidos y ha obligado al desplazamiento de más de 1,5 millones de personas en las islas.

El tifón Kalmaegi, conocido a nivel nacional como Tino, atravesó el centro de Filipinas en los primeros días de noviembre causando numerosas víctimas y cuantiosos daños. Con vientos máximos de 148 km/h, su paso dejó una gran destrucción y precipitaciones sin precedentes que desbordaron ríos y estuarios. Los ambientes salesianos y las comunidades situadas a lo largo de las riberas de los ríos fueron gravemente afectados.

Otro supertifón, Uwan (nombre internacional Fung-Wong), acaba de pasar en los últimos días por Luzón, una semana después de que el tifón Tino azotara Las Visayas. Ambos son un desastre terrible para la población, que está organizándose en las tareas de emergencia y atención a la población desplazada que lo ha perdido todo.

El centro juvenil Don Bosco Pasil y la parroquia Santo Niño, ubicados a lo largo de la costa y del río Guadalupe, se inundaron, con el agua llegando hasta las rodillas. Las lluvias, sumadas a la marea alta, impidieron que las aguas drenaran correctamente; sin embargo, no hubo que lamentar pérdidas humanas en los dos barrios que los misioneros salesianos atienden en la zona.

Cortes de electricidad e inundaciones han sido los mayores daños en los centros salesianos

El Centro Salesiano de Formación Profesional de Lawaan, en la ciudad de Talisay, sufrió el corte del suministro eléctrico después de que los fuertes vientos y lluvias dañaran las líneas de transmisión del área. Al menos hasta la semana pasada, las viviendas de la zona aún no habían recuperado la electricidad.

Dos escuelas salesianas –el Instituto Técnico de la Ciudad de Cebú y el Instituto Técnico de Victorias City– sufrieron ambos daños menores en los edificios después de que varios árboles cayeran por la tormenta.

El centro para niños en situación de vulnerabilidad Don Bosco Boys Home, y la parroquia San Juan Bosco en Liloan, cerca de Cebú, fueron los que registraron el mayor número de daños, en una zona que lamentablemente también tuvo un elevado número de víctimas mortales. Esto ocurrió porque las lluvias torrenciales desbordaron las infraestructuras de control y regulación de las inundaciones del río Cotcot, que terminó desbordándose en la llanura.

De manera providencial, la inundación repentina ocurrió alrededor de las seis de la mañana del 4 de noviembre, cuando la mayoría de las personas ya estaban despiertas y pudieron correr de inmediato para ponerse a salvo. Las aguas alcanzaron aproximadamente dos metros en algunas áreas, destruyendo viviendas y obligando a las familias a refugiarse en los techos.

Lamentablemente, quienes vivían a lo largo del río fueron sorprendidos y familias enteras resultaron arrastradas por la corriente, incluidas algunas que habitaban en zonas más interiores.

Numerosas familias se han refugiado en la iglesia de San Juan Bosco de Liloan, aún en construcción

La iglesia San Juan Bosco, aún en proceso de construcción, quedó cubierta de lodo y las aguas de la inundación arrastraron los nuevos bancos recién instalados. Las familias de la parroquia se refugiaron en la casa parroquial aún vacía, acogidas por el salesiano Donato Ofina, quien las recibió y protegió durante la noche.

La casa para jóvenes en riesgo y los centros de formación más cercanos al río experimentaron un nivel de agua más alto, que destruyó todo en la planta baja, incluidos maquinarias, electrodomésticos y provisiones de alimentos para los muchachos. El lodo, que alcanzaba la altura de las rodillas, cubrió el campo de fútbol, el gimnasio y los espacios abiertos de la escuela. Aún no hay suministro eléctrico ni conexión a internet en la zona.

Las aguas de la inundación fueron tan fuertes y potentes que desplazaron remolques y vehículos, depositándolos en medio de los campos; la comunidad salesiana perdió todos sus vehículos debido a los daños causados por el agua.

A pesar de estos desafíos, los salesianos continúan ofreciendo esperanza, brindando protección y recursos a las familias necesitadas. Algunos muchachos sin familia permanecen bajo su cuidado, mientras la comunidad inicia ahora la fase de limpieza y reconstrucción.

Colabora

Quiero colaborar con el trabajo que realiza Misiones Salesianas

50€
100€
150€
Otra cantidad