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Ver todas las noticiasDía del Voluntariado: el Voluntariado Misionero Salesiano es entrega, servicio y generosidad para ayudar y transformar
El 5 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Voluntariado. En la conmemoración del 150 aniversario de la primera expedición misionera que Don Bosco envió a Argentina, nos sumamos a la efeméride con una de las palabras que formar parte de la celebración: agradecer. Porque esta jornada debe servir para reconocer y agradecer el esfuerzo, la entrega y la dedicación de las personas que realizan voluntariado, así como para promover los valores y dar a conocer los logros que consiguen en las comunidades y proyectos en los que colaboran. Desde MISIONES SALESIANAS aprovechamos esta jornada para agradecer a las más de 1.700 personas voluntarias que, en casi 50 países, y junto a nuestra ONG Jóvenes y Desarrollo (JyD) y a la inspectoría Salesiana Santiago el Mayor, han puesto en los últimos 30 años sus capacidades al servicio de los programas sociales que desarrollan los misioneros salesianos en el mundo.
En Misiones Salesianas entendemos el voluntariado como una oportunidad de crecimiento personal que acompaña a los niños, niñas y jóvenes en la misión que encontramos en el día a día a nivel local o más allá de nuestras fronteras. Las actividades de voluntariado tienen un compromiso solidario capaz de transformar a las personas y convertirlas en agentes de cambio social para favorecer la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y solidaria.
Más de 1.700 personas han realizado el Voluntariado Misionero Salesiano (VMS) con Misiones Salesianas a lo largo de la historia. En el último año han sido 198 las personas voluntarias; 54 de corta duración por la Inspectoría Santiago el Mayor (SSM) y 17 de media-larga por MISIOMES SALESIANAS y Jóvenes y Desarrollo, entre ellas tres del programa de Juventud Vasca Cooperante, dos de la beca del gobierno de Navarra y otras dos de la beca de juventud asturiana cooperante. El resto ha realizado el voluntariado en sedes locales y grupos vinculados a actividades solidarias.
“Las personas voluntarias nos recuerdan que nadie está solo. Su presencia, su tiempo y su escucha son un puente de dignidad para quienes atraviesan mayores dificultades. Con cada gesto se mantiene vivo el sueño de Don Bosco: acompañar, cuidar y abrir caminos de futuro para los jóvenes”, explica Alejandro Vázquez, coordinador de Voluntariado en MISIONES SALESIANAS.
“El voluntariado me ha enseñado que entregarse conlleva tomar decisiones y ser valiente”
Victoria Doblado es una joven 25 años que, aunque pertenece a la obra salesiana de Atocha, entró en el programa de voluntariado a través de la universidad Carlos III de Madrid por su máster de Acción Solidaria Internacional.
Estuvo en Santo Domingo (República Dominicana) y asegura que “el voluntariado me ha enseñado que entregarse conlleva tomar decisiones y ser valiente, lo vi reflejado en los salesianos de mi comunidad y en tantas personas que trabajan por y para los demás. Aprendí que siempre se encuentra la manera de llegar a ser lo que estás llamado a ser. Ha sido tanto lo que ha generado la experiencia que aún sigo recogiendo los frutos de lo que fue. En primer lugar, reforzó mi identidad salesiana y me ayudó a descubrir mi vocación. También aprendí a vivir en comunidad, a servir desde la humildad, a saber estar, dejar ser al otro… En definitiva, cambió mi manera de ver el mundo”.
Las características del Voluntariado Misionero Salesiano (VMS) son responsabilidad, compromiso y sensibilidad con la acción social y solidaria. Estos aspectos también engloban el desarrollo de la educación de los menores y de los jóvenes, los derechos humanos y el respeto por la dignidad de las personas bajo el carisma salesiano.
El agradecimiento está siempre presente en los testimonios de las personas que realizan una experiencia de voluntariado. Este año, además, la Familia Salesiana conmemoramos el 150 aniversario de la primera expedición misionera enviada por Don Bosco a Argentina, por lo que es un motivo más para agradecer la labor de tantas personas, salesianos y laicos, que han contribuido en estos 150 años a que el sueño de Don Bosco esté presente en 137 países de los cinco continentes.
“El voluntariado te marca de por vida… diferentes realidades, pero la misma alegría salesiana”
Para Sandra Lucas, trabajadora social que en 2017 vivió el VMS en Ciudad Don Bosco Medellín (Colombia), este año ha repetido la experiencia, pero en Ciudad del Niño, en León (México). Ella resume su experiencia como que “te marca de por vida, y te lo digo yo, que desde 2017 que hice voluntariado en una comunidad salesiana en Colombia, soñaba con volverlo a repetir. Diferente país, diferente cultura, diferentes proyectos, diferentes realidades, diferentes personas, pero la misma alegría salesiana, el mismo sentimiento de formar parte de algo grande, de algo justo y necesario”.
Verónica e Inmaculada, ambas maestras de 24 años, viven en la actualidad el VMS en la presencia salesiana de Iauaretê, en São Gabriel da Cachoeira, en el Amazonas brasileño.
La misión salesiana allí, cerca de la frontera con Colombia, es una de las más remotas y de difícil acceso. Los misioneros salesianos atienden una extensa zona con 40 comunidades indígenas de 13 etnias, ofreciendo educación y apoyo a menores y jóvenes. Para ellas, “pese a la pobreza, el aislamiento y problemas graves como el alcoholismo, los misioneros brindan esperanza, formación y un sentido de dignidad a las comunidades. Iauaretê, con su naturaleza exuberante y su diversidad cultural, es un paraíso que los salesianos buscan proteger dando futuro a los pueblos indígenas”, explican.
El próximo año, con los programas de voluntariado ya en marcha, seguiremos trabajando en los ámbitos nacional e internacional para seguir contribuyendo a transformar el mundo para que sea un lugar más habitable, justo, equitativo y sostenible.
