Memoria 2022

El año pasado estuvo marcado por el estallido de una guerra en el corazón de Europa. Todos seguimos teniendo en nuestra retina aquellos días en los que vimos a miles de personas en las estaciones de trenes o de autobuses, filas eternas en las fronteras, menores y mujeres con sus maletas tratando de huir de las bombas. Pero esta terrible realidad también dio paso a una gran ola de solidaridad. Me quedo con ese tsunami de ayuda, de acogida y de amor hacia el prójimo.

Ucrania no es el único país que sufre las consecuencias de la violencia. También en 2022 las vimos en la región de Tigray (Etiopía), en RD Congo y en Siria, donde millones de personas son víctimas de la guerra. Tampoco nos olvidamos de las desigualdades, de la violación de los derechos de los niños y niñas en todo el mundo, de la falta de oportunidades y del dolor que está presente en la vida de millones de personas.

En nuestra organización 2022 estuvo marcado por un gran desafío: una reflexión estratégica para los próximos años que prepare a Misiones Salesianas para los nuevos retos del siglo XXI. Una labor en la que todo el equipo estuvo implicado y cuyo resultado es una hoja de ruta para los siguientes cuatro años en los que las personas estarán en el centro de todas nuestras acciones.

Hoy os damos las gracias a todas las personas e instituciones que os preocupáis por la infancia y colaboráis con Misiones Salesianas para hacer un mundo más justo. Gracias a personas de gran corazón como vosotros, que creéis y apoyáis nuestra labor y la de los misioneros salesianos, el año pasado pudimos dar la vuelta a muchas de estas realidades.

Sois una pieza fundamental para que miles de niños, niñas y jóvenes de todo el mundo tengan la oportunidad de recibir educación. ¡Gracias por vuestra enorme generosidad!

Un afectuoso saludo