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Ver todas las noticiasMisiones Salesianas conmemora hoy la primera expedición misionera de Don Bosco a la Patagonia hace 146 años
Hoy hace 146 años, el 11 de noviembre de 1875 por la tarde, la iglesia de María Auxiliadora de Valdocco acogió una gran celebración: el envío de los primeros diez misioneros salesianos a la Patagonia argentina. Don Bosco vio hacerse realidad de esta forma el sueño que tuvo a los nueve años. Casi un siglo y medio después, cerca de 10.000 salesianos han sido enviados a tierras de misión y la labor educativa se extiende por más de 130 países de los cinco continentes. El llamamiento del Rector Mayor para mandar misioneros a los lugares más necesitados sigue vigente y tan sólo el año pasado debido a la pandemia tuvo que aplazarse esa celebración del envío.
El sueño de los nueve años marcó la vida del pequeño Juanito Bosco, el futuro de su vocación y el devenir de los Salesianos y de Misiones Salesianas: “Soñé que estaba en una región salvaje, totalmente desconocida. Era una llanura completamente sin cultivar en la cual no se veían montañas ni colinas. Solamente en sus lejanísimos límites se veían escabrosas montañas. Vi en ellas muchos grupos de hombres que la recorrían. Estaban casi desnudos. Eran de altura y estatura extraordinaria, de aspecto feroz. Vi aparecer un grupo de misioneros. Se acercaban a los salvajes con rostro alegre y precedidos de un grupo de muchachos. Eran nuestros salesianos”.
Este fragmento del sueño de Don Bosco contiene, como casi todos, un denominador común: los jóvenes y su desarrollo personal y espiritual. Don Bosco soñó siempre con ser misionero. Ya en tiempos de don Cafasso quería ir a las misiones. También tuvo ese ideal cuando fundó la Sociedad de San Francisco de Sales.
Con motivo del Concilio Vaticano I, varios obispos le pidieron a Don Bosco que enviara salesianos a China, Estados Unidos y Egipto. Don Bosco lo estudió durante tres años para intentar descubrir cuál era aquel lejano país del sueño de los nueve años.
Un día le llegó la petición de ir a Argentina y eso le orientó hacia los indígenas de la Patagonia
La primera expedición constaba de tres puntos: se dedicaría a la juventud pobre y abandonada, se haría cargo de un nuevo colegio y sería enviada también a otros lugares de la Patagonia.
El 11 de noviembre Don Bosco despidió a los misioneros en el Santuario de María Auxiliadora y les dirigió un largo sermón. Cada misionero se llevó un papel con un recuerdo de Don Bosco en el que destacaban tres principios: busquen almas, no dinero, ni honores, ni dignidades; cuiden de los enfermos, los niños, los viejos y los pobres y se ganarán la bendición de Dios y la benevolencia de los hombres; y ámense entre ustedes, corríjanse mutuamente, no se tengan envidias ni rencores, que el bien de uno sea también el bien de todos.
El último sueño misionero de Don Bosco lo tuvo en Barcelona el 10 de abril de 1886. Vio una inmensa cantidad de jóvenes que corrían hacia él y le decían: “Te hemos esperado tanto y ahora ya no te escaparás”. Uno le dijo: “¿Qué ves?” y Don Bosco respondió: “Veo montañas, mar, colinas y más montañas y mar. Leo un cartel: Valparaíso, otro que dice Santiago y unos niños leían Pekín”. Y una doncella dijo: “Tira una línea de Santiago a Pekín pasando por el centro de África y tendrás una idea de lo que deberán realizar tus salesianos. Pero, para realizar esto, los salesianos deberán cultivar el amor a María”.
El 1 de noviembre de 1875 el Papa Pío IX recibió a los miembros de la expedición y los bendijo
El 14 noviembre, tres días después de la celebración del envío en la iglesia de Valdocco, partía desde el puerto de Génova hacia Buenos Aires la primera expedición salesiana enviada y bendecida por Don Bosco.
Esta primera expedición misionera contaba sólo con 10 salesianos: seis sacerdotes y cuatro hermanos coadjutores. El jefe del grupo era don Juan Cagliero, de 37 años. Lo acompañaban, entre otros, el sacerdote José Fagnano, de 31 años, y el sacerdote Domingo Tomatis, de 26 años. Destacaba uno de los cuatro coadjutores, Vicente Gioia en el papel de cocinero.
Después de esta primera expedición misionera a América Don Bosco envió más antes de su muerte: en noviembre de 1876, 1877 y las expediciones de los años 1878, 1881, 1883, 1885, 1886 y 1887.