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Ver todas las noticias2025, un año misionero que nos llama a la esperanza y a estar al lado de las personas más vulnerables
El año 2024 termina y toca hacer balance y proponer los nuevos retos y buenos propósitos. El nuevo año comienza con la celebración de un Año Jubilar que nos llama a la esperanza y a un nuevo renacimiento. También con la conmemoración del 150º del envío de la primera expedición misionera a la Patagonia, un hito para la Familia Salesiana en todo el mundo. Así, 2025 es un año más misionero que nunca donde sentimos la llamada de ser signos de esperanza para las personas en situación de mayor vulnerabilidad, sobre todo, de niños, niñas y jóvenes.
Violencia, guerras como la de Oriente Medio o Sudán, dolor, sufrimiento… Cifras récord de personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares por conflictos o desastres naturales, millones de niños y niñas sin escuela, más de mil millones de personas viviendo en situación de pobreza, mujeres y menores explotados… y un planeta que herido que nos interpela para que realicemos cambios en nuestros modelos de consumo. También 2024 ha sido el año en el que se ha escuchado a esas personas que hablan de cuidados: cuidados para las personas, para lo colectivo y para la Tierra. Pero el año 2025 nos traerá la esperanza de construir un nuevo camino.
El nuevo año será, según los grandes think tanks, un año en el que se necesitará más que nunca personas comprometidas con los derechos de los más desfavorecidos. Estamos ante un mundo cambiante en el que hablaremos de urgencia climática, de fin de consensos, de individualismo y de militarización.
Sin embargo, también es el año del Jubileo y el Papa Francisco nos hace una propuesta de esperanza y de nuevo renacimiento, donde las personas estén en el centro. Francisco, en la Bula papal, nos interpela para ser signo de esperanza para los enfermos, para la juventud, para las personas migrantes y refugiadas, para aquellas que viven en la pobreza, para las que sufren guerras y violencia y para las personas mayores, tantas veces olvidadas. “Es el momento de iniciar el camino para que los bienes de la Tierra no estén destinados a unos pocos privilegiados”, explica el Papa.
En el año 2025 seguiremos al lado de las personas más vulnerables para convertirnos en signos de esperanza
En MISIONES SALESIANAS seguiremos pendientes de conflictos como el de Ucrania, el de Oriente Medio, Haití o Sudán. Seguiremos al lado de las personas en Siria o Etiopía para ayudar en la reconstrucción tras la guerra y trabajar por una cultura de paz. Estaremos acompañando a niños, niñas y jóvenes en todo el mundo para que a través de la educación y las oportunidades puedan cambiar su futuro.
Seguiremos, junto con los misioneros salesianos, trabajando para ofrecer paz, educación y esperanza para que el sueño de Don Bosco se cumpla. Continuaremos rescatando de las calles y ofreciendo un refugio, seguridad y ambiente de familia a los niños y niñas que sobreviven en ellas; seguiremos salvando de la prostitución a cientos de niñas y adolescentes; combatiendo la explotación infantil, la trata y el matrimonio infantil; acogiendo, protegiendo y acompañando a las personas refugiadas; preocupándonos por los menores en conflicto con la ley; atendiendo a los menores huérfanos víctimas de los conflictos armados y ofreciéndoles espacios donde sentirse seguros.
Nuestros propósitos para 2025 son también un compromiso con la infancia y la juventud en situación de vulnerabilidad, con la paz y la esperanza.
¡Feliz 2025!
