Acuerdo de alto el fuego en Líbano: 60 días para la esperanza en una paz estable y duradera en la región

Al cumplirse dos meses del inicio de los bombardeos, el alto el fuego decretado supondrá un alivio para más de 1,5 millones de personas que han tenido que abandonar sus hogares, especialmente en el sur, y la mayoría lo ha perdido todo. El acuerdo, que ha entrado en vigor esta pasada madrugada es un “motivo de alegría y esperanza para que la situación en Oriente Medio sea más estable, y ojalá que un paso significativo para la paz definitiva”, explica uno de los misioneros salesianos que está trabajando en la coordinación de la emergencia en Oriente Medio.

Los misioneros salesianos atienden en Líbano a más de 2.000 personas desplazadas desde el sur del país y a familias afectadas por la guerra. “Casi 300 familias están recibiendo alimentos, medicinas y vales para combustible porque el conflicto les ha hecho perder su trabajo o son personas en grave situación de vulnerabilidad”, explican los Salesianos desde Beirut.

Sin embargo, a pesar del alto el fuego “las consecuencias de la guerra van a permanecer con nosotros durante bastante tiempo”, advierten los salesianos. “El sur del país está devastado por los bombardeos y la mayoría de las personas que obligadas a abandonar sus hogares no tienen un lugar al que regresar. Los pueblos, las ciudades e, incluso, barrios de la capital, Beirut, ya no existen”, añaden.

Los Salesianos atienden a más de 2.000 personas en Líbano desplazadas por el conflicto

Los misioneros salesianos mantienen la atención a más de cien personas desplazadas en su escuela de El Houssoun, en las montañas al norte de la capital, y a cientos de familias en situación vulnerable en su obra de Al Fidar. “No podemos dejar solas a todas estas personas que están sufriendo. Tenemos que crear espacios seguros para los niños y niñas, hay que seguir ofreciéndoles apoyo y atención en lo que necesiten y, sobre todo, mantener el acceso a la educación para no perder otra generación”, comenta Alejandro León.

La educación seguirá siendo clave para que los niños y niñas desplazados puedan seguir yendo a la escuela. “Muchas familias no pueden permitirse enviar a sus hijos e hijas al colegio porque no pueden pagar las tasas. Otros menores no pueden acudir a las escuelas públicas porque es donde se acoge a la población desplazada”, añaden los salesianos. “Intentaremos poner en marcha un proyecto de becas para poder hacer frente también a esta situación y que nadie pierda oportunidades de educación”. 

El impacto de la guerra se está dejando notar también en la economía del país. “Muchas personas viven en la extrema pobreza al haberlo perdido todo y no tener un medio de vida para salir adelante. La escalada de precios, la escasez de productos de primera necesidad y el elevado para dejan un escenario socioeconómico muy débil y complicado”, explican los misioneros salesianos. 

En MISIONES SALESIANAS mantenemos abierta la campaña Emergencia Oriente Medio para seguir apoyando a las personas en situación de mayor vulnerabilidad y las actividades en favor de la educación y la protección de la infancia y la juventud en Líbano. Además, pedimos el máximo esfuerzo a las partes en conflicto para favorecer el diálogo y poder encontrar una paz estable y duradera en la región.