El proyecto salesiano ‘Un nuevo comienzo’ ofrece segundas oportunidades a los menores y a sus familias

Gilberto Pires es uno de los beneficiarios del programa salesiano Un novo começo (Un nuevo comienzo) tras pasar por el juzgado de menores. Asegura que “la ayuda que he recibido de los Salesianos me hace pensar que esto ya no es un proyecto, es la mano misma de Dios. Gracias a él muchas vidas se han salvado, muchos jóvenes que estaban en el fondo del pozo hoy están saliendo adelante”.

Los técnicos del proyecto salesiano asisten y orientan a las familias en la atención necesaria a los adolescentes y jóvenes en los procesos de cambio de conducta. También promueven la salud y la educación, brindan las oportunidades necesarias a sus procesos de desarrollo, así como el acceso a la cultura, al deporte y al ocio, que ayuda a los menores a integrarse en la sociedad y a vivir con alegría y sentirse realizados.

Ángela Mateus se sumó a la iniciativa porque “mi hija de 13 años que había sufrido abusos sexuales. Por eso sumé al proyecto Un nuevo comienzo de Justicia para la Niñez, que la ayudó a recuperarse a través de un plan educativo personalizado que incluía escolarización, apoyo docente, técnico-profesional, formación médica y psicológica”.

‘Un nuevo comienzo’ ayuda a los progenitores a mejorar la comunicación con sus hijos

Pero el proyecto también ha ayudado a la madre. “Antes de empezar a asistir a estas actividades del proyecto yo era muy arrogante con la niña, nunca le daba la razón y la pegaba cuando llegaba tarde a casa”, recuerda Ángela. Después de la primera actividad en Un nuevo comienzo, hablé con mi hija al llegar a casa: “Cogí dos sillas, llamé a mi hija y conversamos. Le pedí perdón y le dije que nunca más la iba a pegar. Ella al principio no me creyó, pero en los días siguiente todo cambió en casa”, explica la madre.

En la actualidad, la relación madre-hija es sana. “Ella me avisa cuando quiere salir y va a llegar más tarde y yo también hago lo mismo con ella”. A veces, confiesa Ángela, “bebía mucho, y cuando volvía mareada, al día siguiente le preguntaba si me había portado mal con ella al llegar”. Sin embargo, desde que voy a las actividades del proyecto salesiano su vida ha cambiado y se ha transformado. “Pegar no educa”, reconoce Ángela.

El proyecto Un nuevo comienzo tiene excelentes educadores sociales. El objetivo final es que los hijos viven mejor con sus padres y, gracias a abordar temas como la comunicación positiva con los menores, ayudan a los progenitores a mejorar la educación y la comunicación.

Ángela destaca que “en esta amistad con mi hija estoy aprendiendo mucho, ya que en el momento en que ella hace cosas buenas, la elogio, la animo y la felicito. Esto ha fortalecido nuestra confianza, así que todos tenemos que estar abiertos al diálogo con nuestros hijos, evitando nombres peyorativos y ofreciendo palabras más positivas. El proyecto Un novo começo sólo nos está apoyando, pero la mayor capacidad de respuesta es de los padres, es nuestra”.