Aumentan la población desplazada en Líbano y las necesidades de los Salesianos para atender a 2.000 personas

Los misioneros salesianos en Líbano atienden a más de 2.000 personas desplazadas desde el sur del país y a familias afectadas por la guerra. “Casi 300 familias están recibiendo alimentos, medicinas y gasolina porque el conflicto les ha hecho perder su trabajo o son personas en grave situación de vulnerabilidad”, explican los Salesianos que trabajan en el Líbano.

Cuando se cumple un mes desde el inicio de los bombardeos, más de 1,4 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares, especialmente en el sur, y la mayoría lo ha perdido todo. “Algunas familias que acogemos nos enseñan fotos de cómo era su vida y cómo ha quedado todo reducido a escombros. No tienen nada y eso les genera frustración y tristeza, que también tratamos de gestionar”, aseguran los misioneros salesianos.

En la casa salesiana de El Houssoun los Salesianos continúan con la atención a los desplazados, “que son, sobre todo, mujeres y niños y niñas, y que estarán con nosotros como mínimo hasta Navidad, porque la situación en el país empeora cada día. Hace unos días bombardearon un pueblo que está a menos de un kilómetro de nuestra misión, que era un lugar seguro por estar en las montañas al norte de la capital del país”, advierten.

“No podemos dejar solas a todas estas personas que están sufriendo la violencia en Oriente Medio. Tenemos que crear espacios seguros para los niños y niñas, hay que seguir ofreciéndoles apoyo y atención en lo que necesiten, prepararnos para la llegada del invierno y, sobre todo, mantener el acceso a la educación para no perder otra generación”, comenta Alejandro León, misionero salesiano que participa en la gestión de la emergencia en la zona.

“Hace unos días bombardearon un pueblo que está a menos de un kilómetro de nuestra casa”

Jóvenes voluntarios atienden a los menores desplazados con actividades en el oratorio salesiano en El Houssoun con el objetivo de que no pierdan los vínculos con la educación. Precisamente la educación en situación de emergencia, la atención a la población desplazada, el reparto de bienes de primera necesidad y los preparativos para la temporada invernal son las prioridades que, desde MISIONES SALESIANAS, nos marcamos ante esta emergencia en Oriente Medio.

En otra de las presencias salesianas, en Al Fidar, los misioneros salesianos también reparten suministros de alimentos para tres meses a casi 300 familias afectadas por el conflicto, además de vales de combustible y gas para tener calefacción, ropa de abrigo, y les ofrecen asistencia médica y psicosocial.

Pero el conflicto en Líbano también está afectando a Siria. “En Líbano hay muchas personas refugiadas que llegaron de Siria, y que han vuelto a su país, pero allí no tienen nada. Además, los productos de primera necesidad que se compran en Siria llegan todos de Líbano, así que la vida en Siria es también cada día más difícil”, explican los misioneros desde un país que lleva más de 13 años en guerra.

La situación en Oriente Medio no tiene perspectivas de mejorar a corto plazo, y los misioneros salesianos advierten de que son muchas las necesidades a las que tienen que hacer frente en la zona. Desde 1926 los misioneros salesianos trabajan en Egipto, Israel, Palestina, Líbano y Siria, donde atienden a miles de niños, niñas y jóvenes. Escuelas y centros de formación profesional, junto a centros juveniles, dan oportunidades a menores y jóvenes, con especial atención a la población desplazada y refugiada por los conflictos armados y los desastres naturales.