Noticias
Ver todas las noticiasEl campo de fútbol de Don Bosco Tondo, en Filipinas, se convierte en un gran huerto para las familias más pobres
Filipinas supera el medio millón de contagios por coronavirus y contabiliza cerca de 10.000 fallecidos. La elevada tasa de pobreza del país asiático, del 17%, ha empeorado las condiciones de vida de muchas familias en los últimos meses ante de la imposibilidad de confinarse si querían sobrevivir con su economía de subsistencia. Los misioneros salesianos hemos seguido al lado de la población y, además de repartir alimentos y kits de higiene, en el distrito de Tondo de la capital del país hemos puesto en marcha una novedosa pero efectiva iniciativa: un campo de fútbol convertido en huerto para los más necesitados.
La parroquia San Juan Bosco en el distrito Tondo de Manila ha convertido su campo de fútbol en un gran huerto de vegetales. Más de una hectárea que desde principios de año ha comenzado a dar frutos para la población más necesitada y con una gran variedad de productos vegetales y hortalizas como calabazas, espinacas, mostaza, saluyot y kandkong chino entre otros.
Don Bosco Tondo ha estado presente junto a la población más necesitada desde el inicio de la pandemia. Ha repartido alimentos a más de medio millón de personas y se ha convertido en una referencia de solidaridad y esperanza en todo el país con los más desfavorecidos.
Encabezado por el gobierno local de Manila, y gracias a la colaboración de la parroquia San Juan Bosco, el proyecto Buhay sa gulay (Vida vegetal) lleva más de dos meses alimentando a cientos de personas con escasos recursos con vegetales frescos que ellos mismos plantaron.
El proyecto ‘Buhay sa gulay’ ayuda a las comunidades pobres de las zonas urbanas en su alimentación
En el proyecto, calificado como una iniciativa exitosa de jardinería urbana, han participado el Departamento de Reforma Agraria y la Iglesia Parroquial San Juan Bosco. Sin embargo, los protagonistas, desde la preparación de la tierra, la plantación y el cuidado de las plantas hasta la recolección, han sido los residentes de los 17 barrios de la zona.
El proyecto comenzó en octubre de 2020 cuando seis agricultores-científicos se ofrecieron como voluntarios para enseñar a los residentes-beneficiarios de Tondo la manera adecuada de cultivar vegetales en la ciudad. El gobierno local proporcionó plantas de semillero, fertilizantes y otros materiales agrícolas, mientras que la maquinaria fue cedida por el Departamento de Agricultura.
Los residentes de los 17 barrios alrededor de la parroquia salesiana plantaron en el campo de fútbol salesiano diversas verduras y hortalizas que no habían sido utilizadas durante meses. Los sucesivos tifones y, sobre todo, el confinamiento para prevenir los contagios por coronavirus habían empobrecido aún más las difíciles condiciones de vida de la población más vulnerable.
El éxito de la iniciativa ha sido tal que las autoridades del país tienen previsto ampliar el proyecto a las ciudades de Quezón y Caloocan, donde ya han mantenido conversaciones con los dirigentes del gobierno local. De esta forma, se puede dar utilidad a terrenos sin uso y a la vez mejorar las condiciones de vida de la población más necesitada para que superar juntos las dificultades.