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Ver todas las noticiasEl CETPRO de Rímac da formación a chicos con habilidades especiales en Perú
En Perú, un 5% de su población tiene alguna limitación para moverse, oír, para entender o para relacionarse, según el Instituto de Estadística de este país. Entre ese porcentaje, está Manuel. Un joven que sufre una discapacidad, pero con mucha energía y ganas de esforzarse para cumplir con sus sueños en el CETPRO de Rímac (Centro de Educación Técnica Productiva).
Manuel (nombre ficticio para proteger la identidad del menor) es un joven con habilidades especiales. Su vida ha sido un poco más difícil que para otros chicos de su edad. No ha escuchado nunca la música ni la voz de su madre… tampoco puede oír el ruido que hace su máquina de coser del centro CETPRO Santo Domingo Savio, donde acude cada día a formarse. Porque Manuel no puede oír, pero sus ganas de trabajar y ser útil a su comunidad están intactas.
Como Manuel hay otros chicos y chicas con algún tipo de discapacidad que reciben capacitación en el CETPRO de Rímac (Lima, Perú) en coordinación con la Fundación Don Bosco y en convenio con la campaña “Compartir” de la Conferencia Episcopal Peruana.
El CETPRO ofrece formación a jóvenes con discapacidad sensorial.
Los chicos y chicas, como Manuel, demuestran cada día las ganas de trabajar, de aprender y de vivir, a pesar de las dificultades que se encuentran en su camino.
Dentro de esta campaña “Compartir”, y con la colaboración del Servicio de Apoyo y Asesoramiento para la Atención de las Necesidades Educativas Especiales (SAANEE), también se dan charlas de sensibilización en el centro a la que acuden los más de 200 estudiantes que acuden cada día a formarse en diversas áreas para cambiar su futuro y tener una vida digna. Los estudiantes así conocen mejor las discapacidades de sus compañeros, pero también aprenden a poner en valor el esfuerzo que hacen.