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Ver todas las noticiasEl discernimiento vocacional de Jorge en Barranquilla (Colombia): ser deportista profesional o salesiano
El Centro Social Don Bosco de Barranquilla es una obra muy significativa en el barrio Rebolo, una de las zonas consideradas más peligrosas de la ciudad. La labor de los salesianos está consiguiendo cambiar la fisonomía del barrio, no sólo ayudando a los menores y jóvenes en la educación, sino integrando a las familias en el desarrollo de la zona y en la atracción de turismo. Jorge Peña, uno de sus alumnos y que toda su vida ha vivido en el barrio, se enfrenta en estos días a la decisión más difícil de su vida: decidir entre cumplir su sueño de ser deportista profesional de fútbol sala o entrar en el seminario para ser salesiano.
Jorge Peña tiene 17 años y siempre vivió en el barrio Rebolo, en Barranquilla, muy cerca del Centro Social Don Bosco. “Provengo de una familia humilde, con pocos recursos, y siempre estudié con los Salesianos, ellos se convirtieron en parte de mi familia y me han dado todo lo que soy”, comenta.
El joven sigue muy vinculado al colegio, al que acude con asiduidad y donde sigue practicando deporte con sus compañeros. “Aquí conocí a mis hermanos, me han inculcado valores, he forjado mi carácter y llevo a gala lo de ser buen cristiano y honesto ciudadano”.
Desde muy pequeño Jorge sabía que había que destacar en algo para poder salir del barrio, abandonar el círculo de pobreza y ayudar a su familia. Él se inclinó por el fútbol sala y pronto destacó. “Ser profesional del fútbol sala se convirtió en un sueño para mí”. Sin embargo, todo lo que fue aprendiendo y viviendo en el colegio caló en él hasta el punto de que también se planteó la posibilidad de ser salesiano.
Jorge tiene que tomar una decisión vocacional que marcará su futuro: deportista profesional o salesiano
“En mayo me apunté al grupo vocacional porque también quiero seguir ayudando a la juventud y ofrecer todo lo que los salesianos me han dado a mí desde que era pequeño”, explica. “He vivido muchos momentos significativos en mi vida gracias a Don Bosco y he sentido la llamada de querer ser salesiano”.
Hace unas semanas, Jorge vio, por un lado, cumplido gran parte de su sueño con el deporte al recibir la oferta de un equipo profesional de fútbol sala de la ciudad para firmar un contrato e incorporarse al club a partir del 2 de enero. Pero, por otro, le invadieron las dudas sobre su vocación salesiana. “No sé se sería sacerdote o coadjutor, pero tengo claro que también quiero ser salesiano”, cuenta el joven.
En estos días Jorge vivirá el encuentro final del grupo vocacional para decidir si comienza su proceso para ser salesiano. Asesorado en todo momento por los salesianos de la obra de Barranquilla, Jorge aún no sabe su decisión, pero tiene claro que “me entregaré al Señor al cien por cien y sé que con la ayuda del Espíritu Santo decidiré lo que será mejor para mí y para los demás”.
Jorge comenzará el año 2024 con un gran cambio en su vida, en uno o en otro sentido, pero sea cual sea su decisión vocacional siempre llevará consigo el carisma salesiano que durante tantos años ha adquirido en el Centro Social Don Bosco de Barranquilla. “Los Salesianos son mi segunda familia y siempre estaré ahí”, finaliza.