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Ver todas las noticiasDía Mundial contra la Esclavitud Infantil: una herida abierta en el siglo XXI
Más de 160 millones de niños y niñas trabajan en el mundo y 9 millones de ellos lo hacen en situación de esclavitud. No van al colegio, trabajan todo el día, no van a la escuela, no tienen tiempo para comer, y mucho menos para poder jugar. Son niños y niñas sin infancia. Este 16 de abril se conmemora el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil para recordarnos que debemos seguir trabajando para acabar con esta herida abierta en el siglo XXI.
La esclavitud no es algo del pasado. Aún hoy en pleno siglo XXI la esclavitud existe. Más de 9 millones de menores de todo el mundo son víctimas de la esclavitud infantil. Niños y niñas que son obligados a trabajar en las minas, en fábricas, en puertos o en explotaciones agrícolas, como miembros del servicio doméstico, a luchar en conflictos armados, a pedir limosna en la calle.
Son considerados mano de obra barata, silenciosa y fácilmente sustituibles. Como en muchos casos se encuentran alejados de sus familias, abusan de ellos con total impunidad. Trabajan mucho, con poco descanso y sin quejarse. Reciben malos tratos y en numerosas ocasiones trafican con ellos. No van a la escuela y a menudo sus familias fueron engañadas para que sus hijos sean esclavizados. Les privan de tener una infancia normal y que puedan disfrutar de ella. Como no conocen cuáles son sus derechos, no son conscientes de que estos son vulnerados.
Es el caso de Samba que pasa los días por las calles de Dakar pidiendo dinero a los transeúntes. Es un niño talbé. El de Sidiki que trabaja en un campo de cacao en Costa de Marfil, el de Colette que es una niña ‘bonne’ que trabaja en casa de una familia adinerada de Lomé (Togo), el de Emanu que lo hace en el mercado de Porto Novo (Benín), el de Bala que hace ladrillos durante todo el día en una fábrica o el de Aryam que trabaja en un restaurante por un plato de comida al día.
Los menores víctimas de la esclavitud infantil son mano de obra barata y silenciosa.
Las causas que llevan a la esclavitud infantil son la pobreza en la que viven, la educación que no reciben, que formen parte de familias desestructuradas, los conflictos y las desigualdades presentes en sus países o la tradición propia de la región. Las consecuencias que sufren son muchas, pero las principales son la pérdida de su infancia y las dificultades que conlleva que no lleguen a desarrollarse como es debido.
En MISIONES SALESIANAS seguimos trabajando para que esta situación de vulnerabilidad de millones de chicos y chicas en todo el mundo desaparezca. Centros educativos, casas de acogida o centros de día para niños de la calle son algunas de las formas que tenemos para ayudarles. Creemos que la educación de estos jóvenes es una de las mejores herramientas de las que disponemos para que puedan transformen su futuro. Que los menores tengan una oportunidad de formarse y aprender les brindará la oportunidad de cambiar su futuro y de no perder su infancia.
Hoy que se conmemora el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, queremos recordar que el lugar de los niños y niñas no son las fábricas, ni los campos de cultivo, ni los mercados… Cada cosa tiene su lugar y el de los niños y niñas es el colegio.