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Ver todas las noticiasReparto de alimentos en los centros juveniles salesianos de Ruanda para los más afectados por la pandemia
Los jóvenes se encuentran entre los sectores de población más afectados por el bloqueo de las actividades en el mundo. Sus sueños, proyectos, expectativas, estudios y trabajo han quedado detenidos o al menos suspendidos en esta etapa de emergencia sanitaria mundial. En muchos países representan, además, la principal fuente de ingresos familiar. En el Centro Juvenil Don Bosco de Gatenga, en la capital de Ruanda, los jóvenes se han puesto manos a las obra para buscar soluciones y mantener la esperanza en el futuro. Ruanda fue el primer país de África oriental en reportar datos de contagios por coronavirus.
“Soy un estudiante de Gatenga; estoy siguiendo los cursos de quinto año de Administración de Hoteles. La pandemia nos ha afectado de muchas maneras. Estábamos a punto de completar nuestras clases, pero no fue posible debido al coronavirus. Nos sentimos desanimados, pero no podíamos quedarnos así. Así que empezamos a revisar los materiales de las lecciones en nuestras casas nosotros mismos”, asegura un joven estudiante del centro salesiano.
El mismo espíritu de resistencia y creatividad frente a las dificultades es lo que el salesiano Innocent Gatete, director del Centro de Gatenga, transmitió a los jóvenes para ayudar a los afectados por el bloqueo de las actividades en las cercanías de la obra salesiana.
Sin clases, los profesores han sido los más afectados por la emergencia al no poder recibir sus salarios.
El padre Gatete ha animado a los jóvenes a utilizar bien su tiempo en casa. “No tengas miedo. La epidemia pasará y pronto volveremos a la escuela y a nuestras actividades, el oratorio volverá a reunirnos. Mientras estés en casa, revisa tus lecciones; sigue los programas del Ministerio de Educación por radio y televisión”.
Niyitegeka Moses, un joven entrenador deportivo del Centro Juvenil de Gatenga, explica la situación: “El gran reto al que nos enfrentamos los jóvenes es que la epidemia ha reducido nuestra velocidad de crucero. Esto nos impide llevar a cabo algunos de los proyectos que habíamos planeado, mientras que otros están paralizados”.
Desde Misiones Salesianas contribuimos a que 1.500 personas, las más afectadas durante la etapa más dura del confinamiento en Ruanda, reciban alimentos para sus familias en los centros juveniles Don Bosco de Gatenga, Rango, Kimihurura, Kabgayi y Muhazi.
