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Ver todas las noticiasVivek Saini, un antiguo alumno salesiano en primera línea de la esperanza contra el coronavirus en India
El doctor Vivek Saini, un joven antiguo alumno salesiano de la promoción 2009 del Instituto Don Bosco de Nueva Delhi, es uno de los héroes que está en primera línea en la lucha contra el Covid-19. En la actualidad trabaja en el hospital Lok Nayak Jai Prakash Narayan (LNJP) de Nueva Delhi, el centro más grande en India dedicado a luchar contra el coronavirus. Allí destaca su labor en los últimos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos.
India es el segundo país del mundo con mayor incidencia del Covid-19. Con más de seis millones de contagios y por encima de los 90.000 fallecidos, contener el virus resulta muy difícil con una población de más de 1.300 millones de habitantes y con pocas posibilidades de cumplir un confinamiento. Los misioneros salesianos continúan repartiendo alimentos y productos de higiene en los lugares más necesitados, y personas como Vivek entregan también su vida a diario por las personas afectadas por la enfermedad.
Si le preguntan a sus profesores del Instituto Don Bosco sobre el recuerdo que tienen de Vivek, hablarán de un joven tímido e introvertido. Vivek participaba en todas las actividades extraescolares posibles y conserva con orgullo una hermosa carpeta con todos los diplomas que obtuvo en su etapa escolar. En la actualidad es un apasionado del senderismo y un fotógrafo de viajes casi profesional.
Al finalizar la Secundaria empezó a estudiar Medicina y se especializó como anestesista y en reanimación. Fue voluntario de Médicos sin Fronteras y en la actualidad trabaja en la LNJP, donde tiene un alojamiento porque debido a su trabajo de riesgo debe guardar un riguroso aislamiento, lejos de su familia y sus amigos.
“El esfuerzo de los equipos médicos de todo el mundo creo que nunca será debidamente recompensado”
Sus turnos son maratonianos e irregulares, pero la parte más dura del trabajo corresponde al uso de los dispositivos de protección. El calor o la deshidratación son dos graves riesgos que corre a diario, porque una vez que se ponen los elementos de protección no se puede comer, beber y ni siquiera ir al baño.
Vivek también destaca que “las gafas de protección suelen empañarse debido al calor y a la humedad, volviendo aún más difícil ver y actuar”. En estas difíciles condiciones son en las que trabajan a diario los sanitarios en India y a buen seguro en el resto del mundo para atender a los pacientes.
“Trabajar en terapia intensiva ha sido hasta ahora como un gran equipaje de sentimientos opuestos, como un giro desagradable en las montaña rusa”, cuenta Vivek. “Algunos días damos malas noticias a las familias y otros la alegría en el rostro de los pacientes curados es un rayo de esperanza”.
A pesar de todo, Vivek cree realmente que, con todos nuestros defectos, debemos mirar con confianza hacia el futuro. “Estos son, sin lugar a dudas, tiempos difíciles, pero tenemos también oportunidades de ser la versión más hermosa de nosotros mismos… Esperemos crear un mundo mejor con todo lo que esta pandemia nos está enseñando”.