Nuevas viviendas y comida para los más pobres de San Benito Petén (Guatemala) durante la pandemia

Hace unas semanas los misioneros salesianos en Petén pudieron volver a celebrar la eucaristía con feligreses después de más de siete meses de confinamiento. La pandemia ralentizó el ritmo de construcción de nuevas viviendas para los más desfavorecidos. Hace siete meses, gracias a la ONG estadounidense Fundepaz y con la colaboración del padre Fernando Echeverri, entregamos 12 nuevas casas a familias pobres que vivían en condiciones extremas. Ahora se ha completado la entrega de 20 viviendas nuevas para los más necesitados.

El misionero salesiano Giampiero de Nardi narra el emotivo acto de entrega de las viviendas. Ver cambiar una casa de chapa, plásticos y madera por una de ladrillo y cemento lo justifica: “Una cosa que particularmente me ha impresionado es ver a los hombres llorar en el momento en el que se les entregaba la casa. En una sociedad machista como la guatemalteca, donde el hombre no debe llorar porque es un signo de debilidad, ver a un hombre que llora es algo realmente impactante”.

De Nardi también explica que “la segunda cosa llamativa ha sido ver que algunas familias de las casas donadas plantaban flores. En la vivienda anterior nunca lo habían hecho, pero la casa nueva es un don precioso que embellece más aún con flores. Es un signo que da a entender lo que cambiaron sus vidas”.

Reparto de comida a los más necesitados gracias a la solidaridad de Misiones Salesianas

Otro proyecto que la parroquia ha llevado adelante en estos tiempos de pandemia ha sido el reparto de paquetes con alimentos de primera necesidad. Esta iniciativa ha sido posible gracias a Misiones Salesianas y a la ONG Canadian Food for Children.

La ayuda humanitaria durante cuatro meses ha llegado a más de cien familias necesitadas en el territorio de la parroquia. De manera especial lo ha hecho a personas mayores, viudas y solas, muchas veces abandonadas por los hijos o que se quedan al cargo de los más pequeños.

Los siete meses de confinamiento que ha vivido el país ha elevado los precios de los alimentos de primera necesidad. Al no poder trabajar, a las personas les ha resultado difícil llegar a fin de mes y comprar lo que necesitaban.

Los misioneros salesianos, junto a los grupos de voluntarios de la parroquia, hemos seguido ayudando a la población. Hemos preparado y repartido paquetes con los alimentos y continuamos a su lado en todo momento.