Impulso a la formación profesional en Sudán gracias a los antiguos alumnos

El antiguo alumno y el salesiano pusieron en marcha un taller, gracias a la ayuda de los exalumnos del Centro Don Bosco de Seúl, con 15 ordenadores para la enseñanza de sistemas CAD (Computer-Aided Design). El salesiano, a su vez, tuvo que formar a los profesores y capacitarlos para que pudieran enseñar después a los alumnos.

Otro benefactor coreano también ha patrocinado un aula con 20 ordenadores personales para enseñar a los niños a escribir en inglés y en árabe con programas de videoescritura y para aprender las funciones básicas de los programas informáticos más utilizados.

La actividad misionera sostenida por los alumnos del Centro Don Bosco en Seúl ha ido aumentando con el paso del tiempo y el año pasado los Salesianos ya recibieron dos nuevos tornos: los primeros que entraron en el Centro de Formación Profesional de El Obeid.

Después de impulsar la formación profesional en El Obeid, el antiguo alumno coreano y el salesiano estuvieron una semana en el Centro de Formación Profesional Salesiano San José en Jartum, donde la situación no es fácil. “Yo había estado allí en 1991 y la escuela tenía sólo un pequeño presupuesto para comprar máquinas usadas. Más tarde, el salesiano Giacomo Comino me reemplazó y desarrolló la escuela para acoger a 300 estudiantes y también recibieron una solicitud de la policía local para enseñar a los niños de la prisión”, comenta Bois.

Sin embargo, la situación de la enseñanza se ha vuelto muy difícil en los últimos años. La mayoría de los educadores eran antiguos alumnos del mismo centro y muchos fueron contratados de los campos de refugiados, ya que todos procedían del actual Sudán del Sur. Cuando se independizó el país, muchos regresaron a sus hogares y la mayoría del material es tan obsoleto como inutilizable”, asegura el salesiano, que concluye: “Intentaremos ver qué podemos hacer, y si es la voluntad de Dios, estamos listos…”