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Ver todas las noticiasDía Internacional de la Mujer. El liderazgo para superar la pandemia gracias a la educación
La pandemia nos ha cambiado a todos la forma de vida, pero esa situación ha afectado más a las mujeres y ha erosionando los limitados logros de igualdad conseguidos en las últimas décadas. Las mujeres sanitarias y de los servicios esenciales son las más expuestas al contagio, tanto en su trabajo como en sus quehaceres domésticos, y también las que primero han quedado excluidas de la educación para contribuir a sacar a las familias adelante. La educación es la mejor herramienta para que las niñas del presente se conviertan en jóvenes responsables y en mujeres capaces de cambiar su futuro y en ser protagonistas de sus vidas. Las mujeres son líderes de sus familias, de sus comunidades y reclaman oportunidades educativas para desarrollarse y transformar la realidad en la que viven.
El analfabetismo, los matrimonios precoces, la violencia, las desigualdades salariales, los prejuicios, la discriminación…. en el Día Internacional de la Mujer denunciamos las injusticias que sufren muchas mujeres en el mundo y que han aumentado por la pandemia. Pero sobre todo queremos visibilizar su labor y reclamar igualdad de derechos, de oportunidades y de desarrollo para que las mujeres demuestren el liderazgo que ejercen en la sociedad.
La pobreza tiene rostro de mujer en el mundo, también el analfabetismo… Las mujeres atienden el hogar, en muchos casos son las únicas generadoras de ingresos, educan a los hijos, recorren varios kilómetros de distancia para ir a buscar agua, que cuidan de los ancianos, de los hijos y del ganado y las cosechas, que van al mercado, cocinan, trabajan…
Los misioneros salesianos centramos nuestros esfuerzos en la educación, en la formación y en el apoyo a niñas y también a las mujeres y a su desarrollo pleno. Una mujer que recibe educación tendrá mejores herramientas para enfrentarse a los problemas, mejorará la alimentación y la higiene de su familia, sus hijos irán a la escuela, podrá adaptarse al mercado laboral, conocerá sus derechos y no será explotada.
Muchas mujeres viven en entornos inseguros y han estado en riesgo de contagio y de sufrir violencia
Uno de estos ejemplos de apoyo educativo a las mujeres se produce en casa salesiana Surakshita, en la ciudad de Ravulapalem (India). Allí las jóvenes reciben apoyo para su formación orientada al trabajo y a la emancipación social. Ofrecemos un hogar a mujeres jóvenes que han tenido problemas con la ley, dándoles alojamiento, comida, ropa y educación para que aprendan un oficio.
Cuando una joven entra en el programa gestionado por los misioneros salesianos se le ofrece ropa, alojamiento, comida y atención sanitaria y psicológica. Después se le proporciona apoyo legal para las situaciones judiciales; y, por último, accede a cursos de formación en sastrería, bordado tradicional y otras artesanías.
Las jóvenes completan el curso en cinco meses y al terminar pueden vivir de manera autónoma. Debido a la pandemia, las últimas promociones ayudaron a confeccionar y coser 10.000 mascarillas de protección que las distribuyeron en los pueblos cercanos como parte del apoyo salesiano en la lucha contra el coronavirus.
Después del programa las jóvenes son acompañadas en el camino de la reinserción social. Los miembros del equipo salesiano visitan a los padres o tutores y, si es posible, ayudan a las jóvenes a regresar a sus casas o, alternativamente, a encontrar otros alojamientos adecuados para reiniciar su vida.