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Ver todas las noticiasUna nueva etapa se abre en Zimbabwe. «La gente tiene mucha esperanza»
“La gente tiene mucha esperanza y creen que todo se desarrollará de manera pacífica”, explicaba el misionero salesiano Krzysztof Rychcik, provincial de la región Zambia, Malawi, Zimbabwe y Namibia. Estas palabras las decía unas horas antes de que el presidente Robert Mugabe dimitiera tras 37 años en el poder.
Los misioneros salesianos en el país advertían de que el proceso que había comenzado el martes 14 de noviembre era irreversible y tenía que llevar a una nueva etapa para el país. La policía, el ejército y la fuerza aérea de Zimbabwe ocuparon varios puntos de la capital, Harare, dejaban a la familia Mugabe en una especie de arresto domiciliario y el país se sumía en unos momentos tensos. A pesar de que el levantamiento militar era una realidad, “no ha habido muertos y el Ejército quiere que el Gobierno y sus allegados sean sensibles al sufrimiento de las personas”, dicen los Salesianos que trabajan en el país. “La población está serena y esperan que todo se solucione lo antes posible. Ya el pasado 18 de noviembre hubo muchas personas en Harare que salieron a las calles para apoyar a las Fuerzas Armadas”, añaden los misioneros.
Hoy, “la gente está contenta es como si se hubiesen quitado una carga pesada”, dicen los misioneros salesianos cuando al fin Robert Mugabe escribía una carta en la que renunciaba a su cargo.
Zimbabwe es un país sumido en una grave crisis económica, donde el 90% de la población se encuentra desempleada y una tercera parte de los nacionales viven en el extranjero. Robert Mugabe ha estado en el poder 37 años y a sus 93 años no tenía pensado dimitir, pero hace dos semanas los acontecimientos se precipitaron.
Los misioneros salesianos se encuentran presentes en Zimbabwe desde 1997 y trabajan cada día por la educación de los niños, niñas y jóvenes más vulnerables.