Noticias
Ver todas las noticiasJam, el pequeño abandonado al que los Salesianos han proporcionado un futuro prometedor en Ghana
A Jam la infancia nunca le sonrió. El mediano de tres hermanos, de padre ghanés y madre togolesa, cuando se separaron y se quedó solo con su padre, pescador, tuvo que trabajar desde los cuatro años con él para sobrevivir. Los Salesianos lo rescataron para que estudiara en una pequeña escuela del suburbio de New Tema Town y a sus 19 años se ha convertido en un joven responsable, con sueños por cumplir al alcance de su mano y que cuida del resto de menores sin recursos que atienden los misioneros salesianos.
Jam ahora tiene 19 años y continúa viviendo con los Salesianos en Sunyani. Sabe dónde está su padre y que es taxista aunque no tiene mucho contacto con él. Sin embargo, no sabe nada de su madre ni de sus hermanos. Cuando era muy pequeño, su padre, alcohólico, además de obligarle a trabajar se lo entregó a dos hermanas suyas para que lo cuidaran.
Los Salesianos denunciaron esa situación a la Policía y pudo empezar a estudiar en una humilde escuela en el suburbio New Tema Town, entre la zona industrial y el puerto de Accra. A pesar de ser de los más pequeños de la clase, destacó rápido por su inteligencia y ser siempre servicial con los demás.
Consiguió un buen nivel de aprendizaje respecto a sus compañeros y pudo acceder a una escuela pública, pero como el problema de alcoholismo de su padre continuaba, los Salesianos decidieron llevarlo a Sunyani, a un centro donde viven menores traficados, de la calle y sin recursos.
Jam lleva seis años en el centro y se ha convertido en el ‘padre’ de los más pequeños. “Siempre los adopta sin pedírselo, los cuida, los ayuda a vestirse, los acompaña a la escuela y les hace un seguimiento para que cumplan con sus tareas escolares”, explica el padre Ubaldino Andrade, director del centro salesiano.
Entre sus aficiones destacan la música y, sobre todo el fútbol, habiendo estado a punto de ingresar en una escuela de fútbol, pero es tan sensato que ha decidido aprobar el examen de último año de la escuela básica y ahora tiene un plan b al que le ayudarán los Salesianos: “Estudiar para ser electricista en una escuela privada de Accra para comenzar a trabajar por mi cuenta pero, sobre todo, para volver a estar cerca de mi padre e intentar ayudarlo”, comenta Jam.