Noticias
Ver todas las noticiasLa violencia en el este de RD Congo obliga a 5.000 personas desplazadas a huir de Don Bosco Shasha
La violencia en el este de la República Democrática del Congo no deja de aumentar. Los enfrentamientos entre diversas facciones en la zona de Kivu del Norte han obligado a huir a miles de familias de sus hogares. Los misioneros salesianos intentan desde noviembre pasado dar respuesta y apoyo a esta situación con la ayuda que tienen a su alcance en diversas ciudades cerca de Goma, pero la situación cada vez es más preocupante. Hace dos semanas, la ocupación de Don Bosco Shasha por parte de las fuerzas congoleñas obligó a huir a miles de personas desplazadas que estaban allí asentadas y también a los misioneros salesianos.
Los bombardeos en el este de la República Democrática del Congo continúan sembrando el caos entre la población. El uso de armas pesadas por parte de las fuerzas congoleñas sembró el pánico hace dos semanas entre los desplazados que ocupaban los campos agrícolas de la obra salesiana Don Bosco Shasha, a 40 kilómetros de Goma. “La misa del domingo anterior fue suspendida por el intercambio de disparos y el peligro para los desplazados, y miles de personas se vieron obligadas a huir”, aseguran los misioneros salesianos.
La presencia militar en la casa salesiana para enfrentarse a las fuerzas opositoras obligó a huir, en medio de los bombardeos, a más de 5.000 personas desplazadas asentadas en Don Bosco Shasha. También abandonaron las instalaciones 415 menores y jóvenes que estaban en la escuela junto a 23 profesores. Poco después, los misioneros salesianos también abandonaron las instalaciones, por seguridad, y se trasladaron a Don Bosco Ngnagi.
“La situación en Goma es cada día más preocupante. El campamento improvisado de Shasha y todos los desplazados partieron hacia otros lugares más seguros. Y también nos vimos obligados a evacuar rápidamente a los misioneros salesianos de la comunidad de Shasha”, cuenta el misionero salesiano Honorato Alonso.
Más de 10 millones de personas que viven en la zona oriental afectada por la guerra precisan asistencia, pero las necesidades más urgentes afectan a 5,7 millones de personas desplazadas por el conflicto, 600.000 de las cuales se han visto obligadas a abandonar sus hogares en el último año.
“Necesitamos ayuda para las personas desplazadas que llegan en una situación tan precaria”
En Don Bosco Ngangi los misioneros salesianos tratan “de ayudar a más de 26.000 personas desplazadas que se encuentran ocupando los campos de fútbol, y en especial a los menores que presentan signos de desnutrición avanzada”, señala el salesiano Jean-Pierre Muhima, director de la obra salesiana. “Necesitamos ayuda para estas personas desplazadas que llegan en una situación tan precaria. Hemos puesto grifos para que tengan agua, pero la mayoría improvisa un refugio con ramas de los plataneros y un plástico, pero los niños y niñas se enfrentan a dificultades extremas como desnutrición, falta de atención sanitaria y educación, además de un mayor riesgo de explotación y violencia”, explica el misionero salesiano.
El dispensario médico de Don Bosco Ngangi se ha convertido en un hospital de emergencia para atender a miles de desplazados. El equipo sanitario cuenta con un médico, un técnico de laboratorio, un fisioterapeuta, un psicólogo clínico, dos dentistas y cinco enfermeras.
En los últimos meses se han atendido una veintena de partos, pero uno resultó ser muy significativo, “un pequeño milagro que hace que no perdamos la esperanza en la vida y en la paz”, comentan los Salesianos. Dorcas Ndibungo, una mujer de 36 años que vive en el asentamiento como desplazada desde noviembre del año pasado, dio a luz a trillizos. Los recién nacidos, dos niñas y un niño, se encuentran bien, y se unirán a los ocho hijos con los que huyó la mujer desde Kibumba, al recrudecerse los bombardeos.
Desde Misiones Salesianas hemos enviado ayuda para los misioneros salesianos puedan atender a la población desplazada con comida, ropa de abrigo, kits de higiene y lonas para improvisar un refugio transitorio en los campos deportivos salesianos de Don Bosco Ngangi.