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Ver todas las noticiasCompromiso salesiano para garantizar la educación de los niños de la calle en Etiopía
Hace un mes que en muchos países las escuelas han reabierto sus puertas. Sin embargo, muchos menores y jóvenes continúan sin poder acceder a la educación. Los Salesianos de Etiopía, en colaboración con la ONG salesiana Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS), trabajan para que incluso los niños de la calle puedan recibir educación y tengan un futuro lleno de oportunidades.
Workeneh Alemu es un adolescente que proviene de una familia muy pobre en una aldea alejada del país. Un día decidió viajar a la capital, Addis Abeba, en busca de oportunidades y un futuro mejor. “El camino es largo y peligroso pero no quería defraudar a mi familia. Escuché hablar del Bosco Children, el centro que acogía a los niños de la calle, les daba de comer, los ayudaba… y me gustó la idea, así que decidí seguir la propuesta”, recuerda el chico.
Con la ayuda de los misioneros salesianos y de los monitores del programa, Alemu asistió “a 16 reuniones nocturnas que me prepararon para el programa Ven y ve. Seguí todo el camino propuesto por los Salesianos y me sentía feliz de haber cerrado una dura etapa de mi vida”.
El Centro Salesiano Bosco Children ofrece a cada joven la posibilidad de desarrollar sus potencialidades y de dirigirlo a los estudios académicos o a la formación técnica para ingresar al mundo del trabajo.
Los Salesianos tienen cursos de mecánica, metalurgia, carpintería, cocina y trabajo en cuero. Gracias a esta formación Workeneh Alemu pudo reanudar sus estudios desde donde los había interrumpido y se inscribió en la escuela Don Bosco Mekanissa, en Addis Ababa.
Su historia es similar a la de Amanuel, que también vivió en la calle y que como Workeneh llegó al Bosco Children. “Escuché un proyecto de aprendizaje para niños de la calle llamado Ven y ve. Más que pensar en la posibilidad de un futuro mejor, buscaba una manera de superar el período de haber vivido en las calles de Addis Ababa”, comenta.
Amanuel ingresó en el programa y pudo descubrir sus talentos, completó el quinto curso y este año comenzará un curso de mecánica. “En mi estancia en Bosco Children siempre me sentí acompañado, como si estuviese en familia y con amigos. Gracias a los Salesianos creo en el futuro y estoy esforzándome para hacerlo realidad”, concluye el joven.