Noticias
Ver todas las noticiasSiria: pongamos fin a la catástrofe humanitaria
Es el cuento de nunca a acabar. Camino de ocho años de conflicto, Siria está de nuevo viviendo uno de los momentos más difíciles. El último ataque con armas químicas ha vuelto a poner en primer plano un conflicto que se alarga y que es sufrido, sobre todo, por la población civil.
Hoy, son más de 500.000 personas las que han perdido la vida y 5,6 millones de personas se han visto obligadas a dejar sus hogares y buscar refugio en otros países. Son cifras de escándalo, mientras la comunidad internacional no es capaz de poner fin a las atrocidades.
Los misioneros salesianos de Alepo y Damasco nunca han dejado en todo este tiempo de estar al lado de la población, de los jóvenes y los niños y niñas, sobre todo. “Son la población más vulnerable y nuestros centros juveniles son un oasis de paz. Un lugar donde se sienten seguros y se pueden relajar. Allí los niños y niñas juegan, vuelven a reír… y sienten que hay personas que se preocupan por ellos y su bienestar”, explican los misioneros salesianos.
Además, en estos días los jóvenes y las familias de Alepo y Damasco han recibido la visita del Rector Mayor, D. Ángel Fernández Artime, que ha querido apoyar con su presencia el trabajo de los misioneros pero también animar y llevar un poco de esperanza a Siria. “Debo decir que estoy impresionado por la destrucción, por el dolor, por las muertes, por las más de 100.000 personas heridas por las bombas, por aquellos que han muerto, por los más de cinco millones de sirios que han dejado el país… Pero quiero decirles que también he sentido la esperanza”, explicaba Fernández Artime.