Noticias
Ver todas las noticiasEl frigorífico de la solidaridad en la calle gracias a Don Bosco Nerul, en India
En estos tiempos de pandemia, en los que el virus es tan contagioso como la pobreza, los Salesianos de Don Bosco Nerul han puesto en práctica una iniciativa solidaria que es todo un éxito: un frigorífico en plena calle para que los más vulnerables puedan saciar su sed y su hambre con lo que necesiten. El lema con el que los Salesianos en Nueva Bombai se han comprometido es que ninguna persona que viva en los alrededores de una institución salesiana debería acostarse con hambre o no tener comida durante el día.
Durante el cierre por la pandemia, los misioneros salesianos de Don Bosco Nerul, en India, atendimos a más de 25.000 familias y 10.000 inmigrantes. El rostro de la solidaridad se mantiene después del confinamiento, ya que muchos siguen viniendo, especialmente los migrantes y las personas que viven en la calle y que no pueden alimentarse.
Junto con el personal voluntario y los trabajadores sociales, pusimos en marcha a principios de año una exitosa iniciativa solidaria. El objetivo era llegar a las personas que no pueden encontrar trabajo o no son capaces de conseguir limosna para alimentarse ni alimentar a sus hijos. Y lo estamos cumpliendo.
Gracias a un frigorífico comunitario instalado en plena calle a finales de enero, cualquier persona vulnerable puede simplemente abrir el refrigerador y coger lo suficiente para satisfacer su hambre y su sed. Además, hay otra caja con bocadillos, ropa de segunda mano y máscaras confeccionadas a mano.
Donaciones de los vecinos llenan cada día el frigorífico solidario instalado en la calle
La iniciativa se suma a la respuesta salesiana en tiempos de pandemia con los más desfavorecidos. Como dice el misionero salesiano Adolf Furtado, “es un acto de fe en la divina providencia, porque no ponemos comida en el frigorífico cada día. Son los habitantes de nuestro barrio quienes lo hacen. El éxito depende del público donante”.
La demanda de alimentos y el número de donantes generosos que ayudan a reponer las estanterías a diario muestran equilibrio. Por eso, los misioneros salesianos afirman que “la divina providencia se está ocupando de nuestras necesidades, ya que ponemos toda nuestra fe y confianza en ella”.
El frigorífico comunitario fue inaugurado por el jefe de la estación de Policía Local y la empresa TSS (Team Spreading Smiles). Gracias a este grupo tecnológico pudimos impartir clases online durante la pandemia, una experiencia que ahora se ha extendido a más de 25 ONG en todo el país.
Esta iniciativa solidaria es también una respuesta a la reciente llamada del Rector Mayor de los Salesianos para centrarse más que nunca en los más pobres entre nosotros. Por este motivo, al punto de atención en la calle con el frigorífico solidario se le ha bautizado como “Don Bosco Atención”.