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Ver todas las noticiasLa doble huida por la guerra de los sursudaneses: primero a Sudán y ahora de vuelta a su país sin nada
Cientos de personas cruzan a diario la frontera de Sudán huyendo del conflicto que comenzó el pasado 15 abril. La mayoría de ellas son de nacionalidad sursudanesa que, desde que en diciembre de 2013 comenzó el conflicto en el país más joven del mundo, independizado dos años antes, huyeron a Sudán en busca de seguridad y mejores oportunidades de vida. Ahora, la guerra vuelve a obligarlos a escapar sin nada y regresan a su país, en su mayoría mujeres con niños pequeños, buscando un lugar de acogida y atención humanitaria urgente. Los misioneros salesianos, en su obra de Kuajok, tratan de prestar una atención de primera necesidad a estas personas desplazadas que llevan años huyendo de la violencia.
El conflicto en Sudán, que comenzó el pasado mes de abril, ha originado ya más de 2,4 millones de personas desplazadas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Además, decenas de miles de personas también han cruzado la frontera hacia países vecinos como Chad, República Centroafricana, Egipto, Etiopía y Sudán del Sur.
Más del 90% de las personas que han llegado a este último Estado, independizado de Sudán en 2011, son sursudaneses que retornan a su país. Muchas de ellas llegaron a Sudán huyendo de la guerra civil de Sudán del Sur en 2013 y en 2016, durante los grandes estallidos de violencia, y ahora regresan a su país de origen escapando también de la guerra.
En Kuajok, en el estado de Warrap, los misioneros salesianos tienen una de las cinco comunidades en el país más joven del mundo. Hasta allí han llegado muchas personas que, después de huir de Jartum y de otras zonas del país, lograron cruzar la frontera y, desde Renk o Malakal, se trasladaron a Don Bosco Kuajok, donde están alojadas en un lugar facilitado por las autoridades locales. El espacio no es suficiente para albergar al número de personas que casi a diario llega a Kuajok, por lo que algunas han sido reubicadas en otros lugares.
Los niños y niñas menores de cinco años llegan desnutridos después de un larguísimo viaje
Las personas retornadas, en su mayoría mujeres y niños, necesitan bienes de primera necesidad como alimentos, especialmente para los niños y niñas menores de cinco años que, debido a la situación sufrida en Sudán y tras el largo viaje, están muy debilitados y desnutridos; además de material de higiene y otros productos no alimenticios.
Uno de los principales problemas es la salud. En la actual estación de lluvias la malaria y las enfermedades respiratorias son comunes y también hay muchos casos de problemas digestivos y diarrea. Además, muchos menores han llegado con enfermedades infectocontagiosas como sarampión que, debido a la falta de espacio e higiene, se ha propagado y ha dejado 13 menores de 8 años fallecidos en tan sólo dos semanas. Los misioneros salesianos y las autoridades locales tratan de aislar los nuevos casos que se detectan en un lugar higienizado.
Los misioneros salesianos están respondiendo a la situación proporcionando carpas para el refugio, material de higiene, así como atención y tratamiento médico y van a comenzar con renutrición infantil. Todas las personas desplazadas necesitan asistencia, siendo las más vulnerables los niños y niñas menores de cinco años, los huérfanos o los que han perdido a sus familiares en el camino, las mujeres embarazadas o lactantes y las personas mayores o enfermas.