Cerrar aviso

VAMOS A SUPERARLO JUNTOS. Con tu ayuda conseguitmeos mascarillas FPP2

Dona ahora
18 febrero, 2020

Pappu Shukla, el joven indio rescatado del tráfico de menores

Don Bosco Ashalayam trabaja para la rehabilitación de niños de la calle en India. Los Salesianos brindan asistencia a todos los menores necesitados, independientemente de su religión, casta o género. Más de 500 niños residen en la actualidad en los 23 hogares de refugio de Ashalayam y se benefician de oportunidades educativas y recreativas. A través de su presencia en la calle con varios programas en los barrios bajos y estaciones de ferrocarril, la ONG salesiana brinda asistencia a miles de niños de la calle cada año y en tres décadas de vida ha ayudado a más de 80.000 menores

La Childline es una línea telefónica gratuita, segura y anónima que funciona las 24 horas del día durante todo el año. A través del número 1098, está diseñada para los chicos de la calle que lo necesitan. La casa salesiana de San Juan Bosco en Nueva Delhi, a través del centro de acogida salesiano Don Bosco Ashalayam, gestiona la Childline para garantizar los derechos de los niños en dificultad y para darles un cuidado y una protección especial.

La casa salesiana de San Juan Bosco trabaja con la Policía, los servicios sanitarios, el Tribunal de Menores, las empresas de transporte, los medios de comunicación, las agencias de comunicación y las comunidades locales con el objetivo de crear conciencia sobre los derechos del niño y, al mismo tiempo, prestar servicios de protección a la infancia más vulnerable y necesitada.

Cuando tenía 7 años y jugaba en la calle con su hermana mayor fue engañado por un hombre y lo siguió hasta su coche: era un secuestro. Cuando el vehículo se detuvo no sabía dónde estaba pero le dijeron que tendría que trabajar como sirviente.

Pappu Shukla, que ahora tiene 17 años, es un ejemplo del trabajo educativo salesiano en favor de los derechos de los menores en India.

“Aquella gente era horrible. A menudo se emborrachaban y me golpeaban con palos, así que después de un tiempo decidí escapar”, recuerda Pappu. “Después de correr y andar mucho me subí al primer tren que vi y fui hasta el final de la línea. La última parada fue la estación de Calcuta pero no tenía adónde ir”. Afortunadamente, un trabajador del proyecto salesiano Childline me encontró deambulando en la estación de tren. No sabía ni de qué estado ni ciudad eran mis padres y nadie había denunciado mi desaparición porque éramos muy pobres, así que no pudieron localizar a mi familia”.

El Comité de Bienestar Infantil decidió enviarme a Don Bosco Ashalayam y aunque hasta hoy nadie ha podido localizar a mis padres, estoy feliz porque los Salesianos me dieron una nueva familia. En Ashalayam todos somos hermanos y nos apoyamos mutuamente. Nos proporcionan todo lo que necesitamos y nos da la oportunidad de construir una vida mejor por nosotros mismos.

Gracias a los Salesianos pasé mis exámenes y ahora estoy estudiando Diseño Gráfico en la universidad de Nueva Delhi. He recorrido un largo camino y nunca olvidaré lo que Ashalayam ha hecho por mí.

Colabora

Quiero colaborar con el trabajo que realiza Misiones Salesianas

50€
100€
150€
Otra cantidad