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Ver todas las noticiasDía Mundial contra la Esclavitud Infantil. Más de nueve millones de menores sin infancia
Los menores son mano de obra barata y sumisa; fácilmente reemplazables, que requieren poco gasto en comida, nada en sueldo y que al no conocer sus derechos no protestan: son los esclavos del siglo XXI. Más de 150 millones de niños y niñas trabajan en el mundo. De ellos, casi la mitad, más de 73 millones, lo hacen en trabajos peligrosos que ponen en riesgo sus vidas. Pero además del trabajo, la esclavitud se materializa de otras formas como la explotación sexual o la trata de personas, el reclutamiento forzoso, los matrimonios precoces… total, nueve millones de menores son esclavizados en nuestro planeta. Mañana sábado, día 16, se conmemora el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil y queremos romper esas cadenas que tienen millones de menores en el mundo.
Los menores esclavos trabajan muchas horas y con poco descanso. La mayoría de ellos lo hace en minas, en explotaciones agrícolas o como empleados domésticos. Otros participan en conflictos armados, piden limosna o sufren matrimonio forzoso. Todos reciben malos tratos y muchos son traficados y sufren abusos sexuales. No van a la escuela, no conocen sus derechos y ellos o sus familias acabaron engañados y en condiciones de esclavitud y sin infancia.
En el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil que se conmemora mañana, día 16, los misioneros salesianos queremos seguir dando visibilidad a estos niños y niñas a los que intentamos ayudar en África, Asia y América. El objetivo es claro: que exista el compromiso político y social para acabar con la esclavitud del siglo XXI.
A pesar de que la abolición de la esclavitud se produjo hace más de 200 años, sigue existiendo en el siglo XXI. Está presente en al menos nueve millones de niños y niñas que trabajan en el servicio doméstico, cargando mercancías en los puertos, en las minas, en las fábricas, en los conflictos armados, en las lacras del tráfico de menores y la prostitución, en los matrimonios infantiles y en los menores obligados a mendigar.
La pobreza y los malos tratos son causas y, a la vez, consecuencias de la esclavitud infantil
Las consecuencias para los más de 150 millones de menores en el mundo obligados a trabajar son muchas. La pérdida de la infancia y las dificultades para desarrollarse son las principales. En el momento actual de pandemia que todavía vive el mundo, al menos nueve millones sufren esclavitud y están expuestos al contagio sin las medidas de seguridad necesarias.
Viven alejados de sus familias, no reciben educación ni tienen acceso a la salud. Han perdido su infancia y no tienen tiempo para jugar y apenas para el descanso. Los misioneros salesianos trabajamos junto a las administraciones para sensibilizar a las familias y a los patronos con los derechos de los menores. A través de centros de acogida para que los niños y niñas se sientan seguros, creamos un ambiente familiar a la vez que buscamos a sus familias para su reintegración.
La herramienta más importante para romper las cadenas de la esclavitud infantil es la educación. Que los menores conozcan sus derechos y tenga una oportunidad de formarse y aprender les permitirá cambiar su futuro sin perder su infancia.