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Ver todas las noticiasEmergencia Ucrania. Gestos de solidaridad y amor salesianos con las personas refugiadas en Eslovaquia
La solidaridad salesiana de todo el mundo continúa volcándose con la emergencia en Ucrania. Lo hace en la atención a las personas desplazadas en el país invadido por Rusia y en la acogida y el acompañamiento de las personas refugiadas en las fronteras y en los países limítrofes. Eslovaquia organizó a las primeras horas del inicio de los bombardeos la evacuación de casi medio centenar de menores huérfanos atendidos por los misioneros salesianos en Lviv. Un gran gesto de solidaridad salesiana que se suma a muchos más para mejorar las condiciones de vida de las personas refugiadas.
A las pocas horas del inicio de la invasión de Ucrania, los Salesianos en Eslovaquia, apoyados por los misioneros salesianos en Lviv, organizaron un viaje en autobús que permitió la evacuación de 47 menores huérfanos y cinco educadores que vivían en la casa salesiana de Lviv. Los chicos llegaron a la Casa Mamá Margarita en la ciudad de Drienica tras pasar una noche de espera en la frontera.
La casa de Drienica, dirigida por los salesianos cooperadores, se convirtió en el refugio del grupo. La acogida y familiaridad salesianas, unidas a un programa de actividades diario similar al de la obra en Lviv ayudaron a una rápida adaptación.
María, una de las educadoras ucranianas que acompañan a los niños explicó a la llegada la dificultad del viaje: “Pasamos la última noche en el sótano de nuestro edificio. Por la mañana nos dijeron que viajábamos y mientras hacíamos las maletas tuvimos que bajar un par de veces al sótano porque sonaban las sirenas antiaéreas”.
“Los menores tienen entre 6 y 16 años, y en sólo unas horas más de 100 familias aceptaron acogerlos. Al final, elegimos 10 familias en las inmediaciones de la ciudad para dar la bienvenida a los niños más pequeños. En cambio, los más grandes viven en nuestras comunidades”, asegura el padre Karol Maník, antiguo inspector de Eslovaquia hasta 2014 y que durante seis años fue superior de la Visitaduría greco-católica de Ucrania.
La Familia Salesiana de Eslovaquia respondió generosamente a la llegada de los menores. Por la mañana van a la escuela o tienen clases online directamente desde Ucrania y dedican también unas horas al día para estudiar eslovaco. Los más pequeños, por su parte, se reúnen todos los días en el Oratorio de Presov, donde dos educadores ucranianos trabajan con ellos.
La solidaridad, la ayuda y la acogida a las personas refugiadas se multiplican a diario
La acogida de los menores es sólo un ejemplo de los gestos de amor que se suceden con la población refugiada y que se han ido contagiando por la Familia Salesiana de toda Eslovaquia y de todos los países fronterizos. Otra muestra de entrega lo dan las Hijas de María Auxiliadora que, tras escuchar a un misionero salesiano en Odessa, se fueron a trabajar en la frontera para recibir a las madres con niños.
La parroquia salesiana de Michalovce también ha organizado un centro de acogida que está disponible las 24 horas del día. Todas las tardes van con algunos vehículos a la frontera para recoger mujeres y niños para que puedan descansar, asearse y comer en un lugar seguro. Después de 2 o 3 días empiezan a hablar y se puede organizar el resto del viaje.
En Trnava, los Salesianos Cooperadores han abierto su propio centro de acogida para refugiados con cien camas. Con la ayuda de la solidaridad de la Familia Salesiana, ofrecen tres comidas al día, programas dedicados a los niños, cursos de eslovaco, asistencia en asuntos administrativos y, si los huéspedes deciden quedarse en el país, orientación para encontrar alojamiento estable y un trabajo.
Esta situación llevó a crear otro grupo de ayuda para coordinar el alojamiento en familias por toda Eslovaquia. Sin saber cuándo terminará la guerra, muchos comienzan a buscar trabajo, a instalarse. Todas las casas salesianas, oratorios, parroquias, están comprometidas en la ayuda concreta a los refugiados ucranianos, facilitada por la proximidad cultural y lingüística.