Emergencia Ucrania. La guerra cumple 11 meses y más de 7,5 millones de menores están en grave riesgo por el frío

Ucrania ha cumplido 11 meses desde el inicio de la invasión rusa y el nivel de sufrimiento humano es inimaginable. En este tiempo los ucranianos han visto sus casas bombardeadas y sus familias han tenido que huir o tienen familiares muertos por los ataques. Muchos hospitales han sido destruidos, también las escuelas. Si a todo eso se suma la llegada del invierno, la situación es todavía peor, ya que las temperaturas pueden superar los 20 grados bajo cero.

Los continuos ataques rusos dejan sin electricidad las ciudades y el sistema de agua se ve afectado: ni luz, ni agua, ni calefacción. El Gobierno de Ucrania habla de alrededor 12 millones de personas en situación de emergencia humanitaria sólo por el suministro eléctrico.

Las cifras de la emergencia en Ucrania continúan aumentando: casi 18 millones de personas, el 40% de la población, necesitan ayuda humanitaria; más de 7,8 millones de personas son ahora refugiados, y 6,5 millones son desplazados internos, ya que muchos regresaron a sus casas en verano; se han producido más de 715 ataques verificados contra instalaciones sanitarias, y más de 3.000 escuelas sufren daños o han sido destruidas. Se estima que un tercio de la población sufre inseguridad alimentaria, cifra que se eleva a uno de cada dos hogares en algunas zonas del este y el sur.

Los misioneros salesianos continúan con el reparto de ayuda de emergencia en Ucrania

Los misioneros salesianos llevan varios meses desarrollando un programa denominado Winterization que está haciendo frente a esta situación de emergencia tanto en Ucrania como en los países limítrofes. El proyecto, coordinado desde Varsovia por el Equipo para la Emergencia en Ucrania, recibe aportaciones de la Familia Salesiana de todo el mundo.

Cada semana se recoge información de las sedes salesianas en Ucrania sobre las necesidades de las personas que atienden: alimentos, ropa de abrigo, aislantes, generadores de electricidad y combustible son los productos y bienes más demandados. Un almacén alquilado en Lviv para los alimentos y artículos de primera necesidad enviados desde Polonia hace las veces de gran centro logístico desde el que se hace el reparto a todo el país, incluidas las zonas en conflicto más al este del país.

Tres grandes camiones ya han traslado en las últimas semanas ropa de abrigo, termos y generadores eléctricos. Asimismo, a los Salesianos en Ucrania se les proporciona apoyo financiero para el mantenimiento de los edificios en los que atienden a la población. Con calefacción y electricidad se convierten en lugares seguros. Gracias a este programa se han reparado tejados, aislado techos y arreglado goteras, puertas y ventanas.

En las próximas semanas llegarán nuevos contenedores con cubiertas térmicas y arroz para repartir entre la población ucraniana. “Hacemos lo que podemos y nos gustaría hacer más, porque se necesita mucho más”, aseguran los coordinadores de la emergencia. “Nuestras reparaciones no pueden seguir el ritmo de la destrucción que hay cada día, pero estamos decididos a seguir adelante pase lo que pase”, concluyen.