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Ver todas las noticiasLa población de RD Congo en la región Kivu del Norte vive una situación dramática por el conflicto
La situación para la población afectada por el conflicto en el noreste del país es dramática a nivel económico y de seguridad. Más de 1,2 millones de personas han huido de sus hogares en el último año por la intensidad de las actividades armadas del grupo miliciano M23. La miseria se ha instalado entre la población desplazada, que sobrevive en carpas improvisadas y con muy poca comida. Los misioneros salesianos, que tuvieron que huir de la obra de Shasha por la llegada de la violencia a sus puertas, han regresado y han constatado que no han sufrido daños en el interior.
En Kivu del Norte, al este de la República Democrática del Congo, más de un millón personas ha huido de sus hogares durante de los últimos 12 meses para escapar de los combates vinculados a el resurgimiento del grupo armado M23. Tan sólo durante los últimos meses, miles de personas se han visto en esta situación por el recrudecimiento de la violencia.
En las proximidades de Goma los refugios improvisados se extienden por todas partes, mientras que otras personas se han refugiado en las iglesias y en las escuelas. Alrededor de 3.000 albergues se han construido en las afueras de la capital de Kivu del Norte en este tiempo, que acogen a más de 15.000 personas, pero estos números son pequeños en comparación con la magnitud de las necesidades de la población.
Las familias están a merced de las lluvias, de las epidemias y de la violencia, como lo demuestra el preocupante número de víctimas por agresiones sexuales que hay. Alojamientos inadecuados, hacinamiento y falta de agua el agua potable y las letrinas crean las condiciones ideales para la propagación de enfermedades. En los últimos meses ha habido casos de sarampión y cólera en el territorio de Nyiragongo, al norte de Goma.
Según Naciones Unidas, aproximadamente 2,5 millones personas se encuentran desplazadas en la provincia de Kivu del Norte. Mientras continúan los combates más personas que podrían verse obligadas a huir de sus hogares necesitan ayuda para sobrevivir. Más de un tercio de la población de Kivu del Norte -tres millones de personas- se encuentra amenazada por la inseguridad alimentaria.
Los Salesianos y la población ha regresado a Shasha tras tener que huir por los combates
Hace dos meses y medio los combates llegaron a la localidad de Shasha y tanto sus habitantes como los misioneros salesianos tuvieron que huir a Ngangi. Varias semanas después, pudieron regresar a la comunidad y lo encontramos todo intacto. “Dos bombas cayeron en nuestro centro, pero no causaron ningún daño”, asegura el padre Balezi.
Desde hace un mes, más de 320 familias de desplazados internos que viven en el campamento improvisado en Casa Salesiana Don Bosco Shasha reciben ayuda alimentaria. Los misioneros salesianos, con el inspector Guillermo Basañes a la cabeza, han repartido harina de maíz, frijoles, sal, aceite vegetal y jabón. La ayuda se dirige sobre todo a las personas mayores, con discapacidad, madres lactantes y mujeres embarazadas.
“Los desplazados se enfrentan al hambre y a la precariedad de las viviendas, higiene y salud”, aseguran los Salesianos. El campamento de desplazados en Don Bosco Shasha también se enfrenta a una grave escasez de agua potable que expone a la población a enfermedades.
En el campamento de Kanyaruchinya, el más grande de personas desplazadas en el eje norte de Goma-, viven 60.000 personas. Cientos de familias desplazadas por la guerra reciben también allí asistencia de la coordinación salesiana de emergencia. “Hemos ido a Kanyaruchinya para dar comida a los hogares con personas muy mayores, y seguimos dando papilla por la mañana a casi 400 niños desnutridos”.
Los Salesianos de Goma también continúan cuidando a alrededor de 28.000 desplazados que han acampado espontáneamente en los terrenos del centro Don Bosco Ngangi. Les ofrecen lonas, matas, ropa, agua, utensilios de cocina, raciones de comida diariamente para los niños y sus acompañantes, asistencia médica gratuita… “Queremos que la paz llegue, pero mientras tanto queremos ayudar a la población y que el conflicto no se olvide”, explican los misioneros salesianos.