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Ver todas las noticiasLa solidaridad de la panadería salesiana de Belén ayuda a los más desfavorecidos desde hace 133 años
Los ingredientes del pan salesiano en Belén no son sólo harina, agua y levadura, sino que a su masa también se le añaden infinitas cantidades de misericordia y generosidad, por lo que la panadería salesiana de la ciudad se ha convertido en un punto de referencia en la ayuda a los pobres y necesitados. La panadería hace honor a la etimología del nombre Belén, que significa “casa de pan” y con del paso de los años se ha convertido en la panadería más famosa y solidaria por su variedad de productos y por entregar cada día pan de manera gratuita a las familias más necesitadas.
La panadería salesiana se ha convertido en una institución histórica para los habitantes de Belén, ciudad cuyo nombre significa “casa del pan” en hebreo. Abierta junto a la primera casa salesianas en la ciudad en 1891, siempre ha respondido a una triple necesidad: producir internamente alimento para el sustento de los jóvenes huérfanos acogidos y de las familias de Belén, para que sirviera de lugar de aprendizaje del oficio de panadero y, finalmente, para ser instrumento de asistencia caritativa a las personas más necesitadas.
A lo largo de la historia han sido numerosas las ocasiones en las que, en medio de conflictos, la panadería fue la única en funcionamiento. Por este motivo también se ha ampliado repetidamente para poder aumentar la producción y garantizar un alto nivel de calidad y trabajo. En la actualidad, la panadería espera recibir un nuevo horno de Italia para mejorar la eficacia y eficiencia de la producción de pan.
Alrededor de 2.700 panes de 14 tipos diferentes salen al día del horno salesiano, de los cuales 600 se donan a los pobres, mientras que el resto se vende en la panadería. Los ingresos generados por la panadería les permiten ayudar directamente a varias familias a través de un apoyo material que es pan gratis.
La solicitud de personas necesitadas excede en la actualidad la capacidad de la panadería
Sin embargo, el debilitamiento de las condiciones económicas de la población y el escaso apoyo de las autoridades gubernamentales a las instituciones educativas, unido a la escalada de precios de los ingredientes y al contexto de guerra en la zona están haciendo cada vez más difícil para un número creciente de familias permitirse y acceder a bienes y servicios básicos. En la actualidad, la solicitud de asistencia a personas necesitadas excede, por desgracia, la capacidad de la institución. Por esta razón, el objetivo de los Salesianos es ampliar el apoyo a las familias más desfavorecidas mejorando la capacidad de producción y distribución de la panadería.
Durante la pandemia la donación gratuita de pan se amplió hasta llegar a más de 3.000 personas. El año pasado los Salesianos pudieron ayudar a cuatro instituciones gracias al apoyo de varias donaciones, además del apoyo a 40 familias necesitadas de Belén. Como empresa social, los pequeños ingresos de la venta del pan de cada día se utilizan para ayudar parcialmente a los Salesianos a ofrecer becas a los estudiantes salesianos de la escuela técnica con dificultades económicas y para cubrir los gastos de las actividades pastorales con jóvenes y niños en el oratorio. Además, el precio del pan que se vende es siempre inferior a la media del mercado.
Los Salesianos mantienen la producción de pan y los precios de venta estables a los clientes locales y ofrecen en la actualidad pan gratis durante un año a 40 familias y a cinco instituciones caritativas que atienden a personas pobres. Casi 600 personas reciben gratis el pan salesiano solidario.
