Venezuela, paz y libertad
Ver todas las campañasVenezuela se muere de hambre
Ricardo tiene 14 años, ha pasado de ser un chico robusto, fuerte y alegre a estar más bien delgado, débil y triste. No es un caso único, su familia está en la misma situación y como ellos hay miles de niños y cientos de familias a las que les ocurre esto cuando dejan de comer. Y no hablamos de África, esto ocurre en Venezuela.
La situación de este país ha dejado de ser noticia: falta de alimentos, escasez de medicinas, aumento de la pobreza y la desnutrición… Y los misioneros salesianos siguen trabajando para intentar ayudar al máximo número de personas que hacen cola en sus centros para conseguir algo que comer. Alrededor de 60.000 personas han sido atendidas en todo este tiempo con productos básicos que las familias no pueden conseguir de forma natural en los pequeños mercados, porque no hay o bien porque los precios son muy elevados.
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Francisco y Luis, dos de nuestros misioneros, están ofreciendo 500 comidas semanales y desayunos en la escuela para que los menores no abandonen los estudios para buscarse la vida en las calles. Desde allí han solicitado ayuda, necesitan atender a la población, piden que no les olvidemos.
No podemos dejarles solos ante la necesidad, ante el hambre y la escasez que sufre el país. Ayudemos a Ricardo y su familia y las miles de personas que se acercan a un centro salesiano en busca de ayuda.