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Ver todas las noticiasEl calvario médico de Abel hasta llegar al Proyecto Salesiano Ecuador
Abel es el hijo mayor de una familia muy humilde que vive en la ciudad ecuatoriana de Ambato. Su padre tiene un sueldo muy humilde como guardia de seguridad y su madre no conseguía un trabajo y se tuvo que dedicar en exclusiva a él cuando le diagnosticaron leucemia, epilepsia y además tuvieron que operarlo de un ojo.
Además de la lógica preocupación, todo el dinero que entraba en casa era para las atenciones a Abel y su dependencia y el tiempo que necesitaba también fueron aumentando cada día. Empezó a faltar el dinero para comprar suficiente comida, y empezó a ser imposible preparar tres comidas diarias. La desnutrición se hizo evidente entre los hermanos, Abel y Adela, que también dejaron de rendir en el colegio.
La angustia y la incertidumbre de la madre por no poder sacar adelante a sus hijos llegaron hasta tal punto que decidió buscar ayuda.
Los dos hermanos pudieron entrar a formar parte del Proyecto Salesiano Ecuador en Ambato, donde existe un comedor escolar. Los Salesianos garantizaron que Abel y Adela pudieran acceder a un almuerzo de lunes a viernes y participar en actividades de refuerzo escolar y de ocio.
Abel comenzó a participar en todas las actividades a pesar de su enfermedad y es un niño feliz, mientras que su hermana, Adela, apoya a su hermano, es una buena estudiante y le gusta mucho jugar con sus amigas. Ambos, ahora sí, tienen futuro.
Su madre pudo organizarse mejor en casa para complementar las comidas restantes para sus hijos y recibió formación para preparar alimentos sanos y nutritivos. Los educadores del proyecto salesiano realizan seguimientos familiares de manera periódica y se aseguran que Abel y Adela tengan revisiones médicas.
Gracias al Proyecto Salesiano Ecuador Abel y Adela han superado la desnutrición y ahora gozan de buena salud, han recuperado peso y sacan buenas notas en el colegio.