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26 noviembre, 2018

Benson tenía un sueño en Sierra Leona, lo cumplió y no ha parado de soñar desde entonces

Benson nació en una aldea muy humilde del interior de Sierra Leona. Era huérfano y su abuela cuidaba de él. Un día, cuando aún era muy pequeño, lo llevó a Don Bosco Fambul y se lo dejó al director de los Salesianos diciendo que a ella le quedaba poco tiempo de vida. Como apenas balbuceaba inglés, las miradas de Benson y del director se cruzaron y fue la única comunicación que tuvieron. Con el paso del tiempo resultó ser brillante.

Pasados los años terminó la formación profesional el primero de la clase. Entonces, le dijo al director de Don Bosco Fambul, Jorge Crisafulli: “Tengo un sueño: terminar la Secundaria”. “Adelante”, le contestó, y también fue el mejor de su curso. Después dio clases de inglés y matemáticas a los chicos de la calle y dos años después los Salesianos le volvieron a preguntar si seguía soñando. “Sí -contestó-, quiero ir a la Universidad y estudiar Agricultura”. Y también hizo realidad su sueño.

Pasan los años pero Benson ya nunca ha dejado de soñar: “Ahora voy a estudiar para conseguir el máster”. Y el niño huérfano de la humilde aldea hizo su Máster en Agricultura. Cuando terminó y puso todos sus certificados sobre la mesa del director transmitía una indescriptible alegría.

Hoy Benson trabaja en la Oficina de Proyectos en la Inspectoría Salesiana de África Occidental y sigue soñando con poder realizar su doctorado. Se ha demostrado a sí mismo y al resto de chicos que componen la gran familia de Don Bosco Famul en Sierra Leona que los sueños se cumplen.

Nunca nadie está perdido para siempre. Mientras haya vida y capacidad para soñar siempre hay un motivo para seguir adelante y seguir luchando”, repite continuamente el misionero Jorge Crisafulli a los cientos de chicos y chicas que los Salesianos encuentran a diario en las calles de Freetown y les ofrecen una vida mejor y un futuro lleno de oportunidades gracias a la educación.

Jorge Crisafulli reconoce que se emociona al escuchar los sueños de los chicos y chicas de Don Bosco Fambul: “Sueño con ser abogada para ayudar a otras niñas”, “quiero ser futbolista como Thiago”, o “militar para defender a mi país”, “trabajadora social para ayudar a Don Bosco”… No falta incluso quien sueña con ser religiosa o el mismo Don Bosco.

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