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Ver todas las noticiasUna fuerte tormenta destroza el techo de La Ciudad de los Jóvenes en Lubumbashi (RD Congo) sin causar heridos
Los fuertes vientos y la tormenta que se desencadenaron el pasado lunes, día 6, sobre Lubumbashi, en el sur de la República Democrática del Congo, arrancaron el techo de la obra salesiana La Ciudad de los Jóvenes, un internado que acoge cada año a un centenar de jóvenes necesitados. A pesar de los daños materiales y del momento del día en el que ocurrió, a primera hora de la tarde, no hubo que lamentar heridos entre los menores que hasta pocos minutos antes jugaban en la zona. La situación ha sido calificada entre los propios salesianos como “un milagro que hay que agradecer a la Virgen Inmaculada”.
Alrededor de las cuatro de la tarde de aquel día el cielo se volvió negro y a amenazar con lluvia. En sólo un cuarto de hora se desató una fuerte tormenta que descargó en la zona. Los menores y adolescentes que viven en la obra salesiana denominada La Ciudad de los Jóvenes, que en ese momento jugaban junto al edificio principal, tuvieron que resguardarse de la tormenta.
En pocos minutos estalló una gran tormenta acompañada de fuertes rachas de viento que sacudieron todo el internado, hasta el punto de levantar el techo del edificio y dejar al descubierto por completo su interior.
El impacto de toda la estructura metálica del techo contra el suelo causó un gran estruendo y ocasionó, además, la caída de muchos ladrillos de la pared y la rotura de varias puertas y ventanas del edificio.
Los menores resultaron ilesos y se busca la fórmula para restaurar el edificio cuanto antes
El padre Serge Mwaka, director de la obra, al igual que el resto de los salesianos de La Ciudad de los Jóvenes se quedaron impactados por el suceso y preocupados por las consecuencias. La tranquilidad llegó al saber que todos los menores se encontraban bien, aunque asustados.
El internado Cité des Jeunes (La Ciudad de los Jóvenes) alberga cada año a alrededor de 100 menores, el 80% de los cuales se encuentra entre los más desamparados y necesitados de la zona. El problema ahora es saber dónde podrán alojarse y dormir.
Después de lo sucedido, el padre Guillermo Basañes, Superior de la Inspectoría María Santísima Asunta de África Central, acudió a supervisar el lugar y los daños, e invitó a toda la comunidad salesiana a agradecer a María Inmaculada “por poner su mano maternal y poderosa sobre los religiosos y sobre todos los menores, ya que, a pesar de todos los graves daños materiales sufridos, protegió sus vidas, evitando que se registraran víctimas o heridos”.
Movidos por la esperanza y confiando como hacía Don Bosco en la providencia, los misioneros salesianos dan “gracias a nuestro Dios que nos salva y protege. Además, de este lamentable acontecimiento el Señor tocará los corazones de gente de buena voluntad para reconstruir La Ciudad de los Jóvenes”, explicaron los Salesianos de Lubumbashi.
