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Ver todas las noticiasEl Centro Don Bosco de Bukavu devuelve la esperanza a las “madres coraje” en medio de la pandemia
La pandemia ha empeorado las condiciones de vida de millones de personas en el mundo. En República Democrática del Congo el confinamiento obligatorio de cuatro meses ha puesto en riesgo la supervivencia de muchas familias humildes. Si bien el coronavirus no ha afectado a la población como en otros países, el Centro Don Bosco de Bukavu ha estado siempre apoyando a la población más vulnerable.
El Centro Don Bosco de Bukavu, la capital de Kivu del Sur en RD Congo, atiende a más de 100 niños en situación de calle a los que les ofrece refugio y un curso de formación profesional acorde a sus capacidades: cursos de soldadura, carpintería, albañilería y mecánica. La formación de los jóvenes dura 11 meses, más tres meses de prácticas en las que ponen en práctica lo aprendido. Muchos menores y jóvenes son analfabetos, por lo que el curso incluye dos meses de alfabetización y nueve de formación.
Para no correr el riesgo de que los menores vuelvan a las calles porque algunas madres no puedan garantizar su alimentación, el Centro Don Bosco le ofrece tres comidas al día. Asimismo, hay una vía para apoyar a las familias y hacer el seguimiento continuo de la situación familiar. Existe una actividad generadora de recursos para las madres. Consiste en un pequeño préstamo útil para administrar un negocio y mejorar el nivel de vida de las familias con el fin de criar a los hijos de la mejor manera posible.
Françoise, Esperançe y Anastasie son sólo tres ejemplos de todas las beneficiadas que hay en los 43 grupos de la Asociación local de Ahorro y Crédito a las que acompaña el Centro Don Bosco de Bukavu. Gracias a esta actividad, muchas mujeres logran tener un apoyo en caso de necesidad. “Las mamás coraje agradecen al Centro Don Bosco la ayuda recibida. Su agradecimiento va especialmente a las personas que nos dan los medios para ayudarlas”, explican los salesianos.
Los microcréditos promueven la solidaridad y enseñan a gestionar el dinero y el ahorro
Desde el inicio de la pandemia la realidad cotidiana de muchas mujeres empeoró. “Por este motivo, las asistentes sociales Nicole y Gisèle distribuyeron ayudas de entre 50 y 150 euros, aproximadamente, a más de 120 madres muy pobres”, explica el misionero salesiano Piero Gavioli, director del Centro Don Bosco de Bukavu.
Los testimonios de las beneficiarias dan una idea de las ventajas de esta forma creativa de solidaridad que hace desarrollar los talentos individuales de las personas ayudadas y superar las dificultades encontradas.
Françoise ha recibido 80 euros para potenciar su pequeña actividad de venta de herramientas y zapatos. Su negocio progresa y puede responder a las necesidades de su familia, pero como con la pandemia el material procedente de Ruanda es difícil de conseguir, ha comenzado a vender lencería. Está muy agradecida a los salesianos por la ayuda que ha recibido.
Esperançe ha recibido un apoyo de 150 euros que le ha permitido vender un tipo particular de bananas en el mercado. La cuarentena por la pandemia interrumpió su actividad, pero poco a poco la va retomando. Anastasie es la presidenta de su grupo. Ha recibido una máquina de coser valorada en 120 dólares. Antes, se turnaba para utilizar tres viejas máquinas, pero hoy tiene la oportunidad de usar una máquina buena y nueva y coser vestidos que vende para ayudar a su familia.