Noticias
Ver todas las noticiasEmergencia en Guatemala por el huracán ‘Eta’: “Seguimos buscando desaparecidos en Carchá. Necesitamos ayuda”
El paso del huracán ‘Eta’ por Centroamérica ha dejado consecuencias devastadoras sobre todo en Guatemala. Las lluvias torrenciales y el fuerte viento han arrasado aldeas, producido deslizamiento de tierras, desbordamiento de ríos, derrumbes de puentes y destrozos en carreteras. Miles de personas han perdido sus casas y la situación, unida a las consecuencias de la pandemia, han convertido en zona catastrófica los departamentos de Alta Verapaz, Quiché e Izábal. Los misioneros salesianos en San Pedro Carcha y Campur, zonas aún inundadas, atienden a la población indígena maya Q’eqchi y piden ayuda para poder entregar alimentos, ropa de abrigo y proporcionar refugio a miles de damnificados en la zona.
Las cifras oficiales establecen alrededor de 150 personas muertas o desaparecidas en Guatemala desde el pasado fin de semana. Casi ocho días después del inicio de las fuertes lluvias, gran parte de los municipios de Carcha y de Campur continúa bajo las aguas por el desbordamiento de los ríos.
“La situación ahora mismo es realmente difícil. Nuestra parroquia tiene 200.000 habitantes y no tenemos noticias de los pueblos más lejanos. Es imposible llegar ahora, pero haremos todo lo posible para llegar cuanto antes a las zonas más aisladas”, explica el misionero salesiano Vittorio Castagna, que lleva 10 años atendiendo a la población Q’eqchi en San Pedro Carchá.
Las historias de sufrimiento y dolor se suceden estos días: “Todavía estamos buscando personas desaparecidas”, continúa el padre Vittorio. “Uno de nuestros alumnos de nuestra escuela del Centro Don Bosco ha perdido a toda su familia: sus abuelos, tíos, padres, hermanos y hermanas… y se ha quedado completamente solo”.
El huracán se suma a la pandemia y a la situación de miles de personas que lo han perdido todo
La emergencia ha sido de tal magnitud que cientos de familias han tenido que pasar más de 30 horas sobre sus casas porque las zonas en las que viven se encuentran totalmente bajo las aguas, hasta ser rescatados por los servicios de socorro o el ejército en lanchas o helicópteros.
Los misioneros salesianos llevamos 91 años de trabajo educativo y de evangelización en Guatemala. “La zona más afectada por el huracán ‘Eta’ es una parroquia misionera formada por ocho salesianos. Atienden un territorio de mil kilómetros cuadrados con alrededor de 350 aldeas de población indígena. También tenemos instalaciones educativas con cerca de 5.000 estudiantes que van desde el jardín de infancia hasta la universidad”, recuerda Castagna.
La catástrofe, que afecta a una población vulnerable y necesitada, se suma a las consecuencias de la pandemia y del confinamiento que vivió el país. Los misioneros salesianos manteníamos el reparto de ayuda de emergencia a la población más desfavorecida, pero la necesidad de ayuda se multiplica en estos momentos: “Muchas familias lo han perdido todo y desde el primer momento estamos intentando ofrecerles alimentos, ropa, agua y productos de primera necesidad, además de ofrecerle un refugio transitorio”, comentan los misioneros.