Noticias
Ver todas las noticiasEmergencia Ucrania. “Sin búnker no hay colegio”, la incertidumbre de millones de escolares en la vuelta al cole
La guerra en Ucrania ha superado los 200 días. En estos siete meses, más de 12 millones de personas se han visto obligadas a dejar sus hogares y casi 5 millones han abandonado el país para salvar sus vidas y se han convertido en refugiadas. Entre los afectados hay más de 7,5 millones de niños y niñas y 1,5 millones de jóvenes que sufren traumas por el conflicto, por la separación de sus padres y hermanos mayores y por no poder continuar sus estudios con normalidad. La vuelta al cole y la llegada del frío son dos de los problemas a los que se enfrentan los menores en Ucrania y en los países fronterizos.
“Más de 2.000 escuelas y universidades han resultado dañadas. Cerca de 250 han sido destruidas en Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero”, asegura un misionero salesiano en Odesa. El curso pasado, tras el cierre de las escuelas por dos semanas al inicio del conflicto, las clases se retomaron de manera telemática en la mayoría de escuelas porque sus alumnos estaban repartidos por diferentes países europeos.
Muchos adolescentes y jóvenes incluso regresaron a las ciudades situadas al oeste del país para poder examinarse al final del curso. Sin embargo, tanto profesores como alumnos reconocen que “la educación online no puede sustituir a la presencial”. Los menores necesitan rutinas de aprendizaje y relacionarse con sus compañeros, algo que la guerra les robó en febrero pasado.
Este curso, las clases comenzaron el 2 de septiembre con la intención de regresar a las clases presenciales siempre que fuera posible. Pero no todos los centros escolares han podido abrir sus puertas. Cuatro millones de niños, niñas y jóvenes ucranianos se han tenido que enfrentar a un inicio de curso incierto. El daño estructural que sufren muchas escuelas en puertas, ventanas y tejados han impedido que abran sus puertas. Además, la obligatoriedad de tener un refugio subterráneo para poder recibir a los alumnos mantiene muchos centros cerrados.
Las escuelas en Ucrania deben tener un búnker por seguridad para poder abrir sus puertas
“La mayoría de las mujeres con menores que salieron de Ucrania sólo piensan en regresar cuanto antes a casa. Muchas lo han hecho para poder estar toda la familia junta y para que los niños y niñas puedan ir al colegio”, explica un profesor de la escuela católica Juan Pablo II en Kiev, a cargo de las Salesianas.
El Ministerio de Educación de Ucrania ha establecido este curso que “sin búnker no es posible abrir la escuela y recibir a los alumnos”, comenta Michal Wocial, misionero salesiano en Zhytomyr.
El superior de los Salesianos en Ucrania, Mykhaylo Chaban, comenta que “en las aldeas y pueblos donde no hay refugios los menores tendrán que seguir aprendiendo online, aunque la mayoría no podrá hacerlo por falta de recursos económicos de las familias”. Sobre la situación del conflicto, el padre Chaban asegura que “nuestros planes y necesidades siguen siendo grandes porque el número de personas que se dirigen a nosotros no disminuye. Intentamos acoger y ayudar a todos los desplazados, algunos heridos, que llegan a nuestras instalaciones, pero necesitamos ayuda para atenderlos”.
Desde MISIONES SALESIANAS hemos puesto en marcha un ambicioso proyecto, tanto para el regreso a las aulas en Ucrania, como en Polonia, y para ayudar a los menores y a sus familias con becas de estudio y de comedor, atención psicológica y el pago de los salarios para los profesores. También el programa incluye el arreglo de las infraestructuras dañadas para preparar la llegada del invierno y la conversión de sótanos en búnkeres.